Texto: Luis Daniel Nava

Chilapa, Gro. 09 octubre 2020.- La versión de la “fundación” de Chilapa por parte de los frailes agustinos en 1533 no tiene fundamento y niega las raíces originarias.

Además, con la llegada de los agustinos a una población ya establecida se pretendió destruir la cosmovisión nahua y fue el inicio de la discriminación y el clasismo que persiste en la actualidad.

Así reflexionaron, el cronista Luis Aguilar Nava, el historiador Eduardo Sánchez Jiménez y el poeta Martín Tonalmeyotl en el foro virtual Agustinos y pueblos originarios de Chilapa, nuevos hallazgos, nuevas lecturas realizado la noche del miércoles 07. El moderador fue el periodista Arturo de Dios Palma.

La charla fue al propósito de que en Chilapa, históricamente gobernada por el PRI, sostiene y celebra la versión de que los frailes Jerónimo Jiménez de San Esteban y Agustín de Coruña llegaron a estas tierras a fundar la actual ciudad.

Las celebraciones del Ayuntamiento se realizan con actividades cívicas, culturales y hasta con una procesión que encabezan las autoridades locales cargando un cristo gigante por las principales calles.

En la primera parte del foro, los ponentes expusieron su planteamiento y en la segunda contestaron alusiones, replicas y preguntas abiertas del moderador. Aunque con fallas técnicas la trasmisión pudo seguirse en la página El Rebozo de Chilapa.

Luis Aguilar fijó el tema Más allá de los frailes Agustín Coruña y Jerónimo Jiménez; Eduardo Sánchez, El legado económico y cultural de los agustinos en Guerrero mientras que Martín Tonalmeyotl expuso Pueblos originarios actuales de Chilapa.

Aguilar Nava dijo que desde hace 15 años no esta de acuerdo en que a esa fecha se le llame “fundación” de la ciudad sino que solo fue el día de la llegada de los agustinos.

“No tenemos una fecha de fundación exacta. Se ha tomado de manera arbitraria esa fecha equivocada. El cinco de octubre los dos primeros agustinos llegan a sus coordenadas de destino intermedio porque tenían misiones de evangelización hasta Tlapa”.

También dijo que en esa época vivieron en la ciudad muchos personajes extranjeros religiosos cuya vida y trabajo no se ha documentado. Puso como ejemplo al holandes Fray Nicolás de San Pablo Witte, un teólogo y humanista que se distinguió por ser un defensor de la población nativa.

“Fue el primero que manejo por escrito la idea de independizarse en pleno siglo 16 de España”. De Vite, afirmó, murió en Chilapa en 1565.

Eduardo Sánchez expresó que desde hace 10 años ha insistido en la desmitificación de una historia contada por los vencedores y las elites políticas para legitimarse.

“¿Por qué carajos pretenden legitimar un evento que no sucedió como la fundación de Chilapa, negando las raíces originarias de cientos o miles de años del territorio que actualmente es Chilapa y la Montaña baja?”.

“Es una atrocidad de un grupo político que quiere legitimarse a través de la historia. Son políticos que no saben de historia, que no conocen sus raíces”, machacó el autor de tres libros sobre procesos de evangelización y producción de mezcal en Guerrero.

Apunto, sin embargo, que hubo un legado económico y cultural muy importante que prevalece en el estado como la adaptación de la gastronomía local y viceversa, la implementación de cultivos agrícolas, herramientas de destilación de bebidas, instalación de viñeros y el establecimiento de rutas comerciales donde estratégicamente eran edificados sus conventos.

El mezcal, dijo, ya existía y la consideraban una bebida saludable y hasta fue usado como moneda de cambio. Al maguey lo usaron en la elaboración de textiles.

El también lingüista, originario de Atzacoaloya del municipio de Chilapa, Martín Tonalmeyotl, coincidió en que el 5 de octubre de 1533 no es el día de la fundación de Chilapa porque ya existían los pueblos que en la actualidad siguen vivos y hablando sus lenguas.

Fue la congregación de los agustinos, primero a Tepecuacuilco, Zumpango y mucho después se establecieron en Chilapa para repartir otras congregaciones en Zitlala, Ahuacuotzingo, Atzacoaloya. Para conocer a más pueblos, acercarlos pero para que tuvieran que pagar tributo a España, dijo.

“La fundación de Chilapa que muchos se enorgullecen este cinco de octubre para nosotros fue el temblor más grande que hemos pasado, que destruyó la cosmovisión nahua casi en su totalidad porque cambio la forma de organización política, se cambió la lengua, la religión”.

“Siempre que se habla de la fundación de Chilapa con la llegada de los agustinos, es como si fuera la grandeza, el cambio, el nuevo panorama, la nueva riqueza cultural cuando para nosotros significa todo lo contrario.

Agregó que a partir de entonces en esta región nació el clasismo y el odio al “indio”.
“Nació la discriminación tan grande que venimos arrastrando desde aquel entonces”.

Para los pueblos, ese proceso histórico trajo consigo la pobreza y hasta la narcoviolencia actual que padecen de manera directa los pueblos.

Que es lo que trae consigo, pobreza, narcoviolencia y que ahora son afectados de manera directa

A los pueblos originarios que son más antiguos, dijo, no se les respetó la vida y hasta ahora se les siguen negando los derechos hasta de participación política.

“Parece que Chilapa sigue siendo la Atenas del Sur, el pueblo culto cuando en realidad lo que le mantiene vivo, la cultura, la comida, las costumbres, las danzas, las formas de organización, en realidad todo proviene de los pueblos originarios”, afirmó Martín Tonalmeyotl, también colaborador del suplemento Ojarasca del periódico de circulación nacional La Jornada.
Y profundizó en el tema del racismo y la discrimación:

“Algo que no se dice, la mitad de la población de la ciudad de Chilapa actual está compuesta por nahuas, mixtecos y mepas pero jamás se dice porque todos los que viven en la ciudad niegan ese origen porque si lo dicen saben que serán discriminados”.

“A excepción de la gente que viene de los pueblos con su vestimenta, que practican el náhuatl y que venden atole, tortillas, cebollas, ajos, que no lo niegan ni les da pena.

“Hay que empezar a debatir, tenemos datos históricos pero hay que ver esta realidad que los chilapeños no quieren ver y que esta a la puerta de la casa y alrededor de la ciudad de Chilapa”.

A pregunta del moderador, Luis Aguilar apuntó que el clasismo es una situación que no se ha querido ver.

“Se habla de artesanías, de pozole, de un edificio llamado catedral, trajes, pan
Chilapa pareciera que lo que lo identifica son los objetos y no hemos visto a los sujetos”.

Los participantes hablaron de que se aunque cambió la religión se conservó la fe y las creencias en lo divino por la dominación del pensamiento.

También coincidieron en que si es posible una nueva convivencia entre lo que llegó y lo que ya estaba.
Aguilar puso como ejemplo el mercado ancestral de Chilapa.

“Chilapa merece una mejor convivencia humana distinta”.

Mientras que Eduardo Sánchez dijo que en la medida en que la sociedad sepa de donde viene y cómo ha llegado a este momento, se pueden establecer nuevas relaciones y dejar de ver a los grupos originarios como externos.

“En el momento que conozcamos nuestra historia, seremos capaces de comprender al otro, como el yo mismo porque somos resultado de un proceso cultural donde nadie de nosotros tiene la culpa, nadie eligió esta situación”, comentó.

También pidió a la clase gobernante y política dejar de ver a los pueblos como carnada política y para exigir más presupuesto.

Martín Tonalmeyotl pidió respeto a los pueblos originarios y no cambiarlos a punta de golpes. También dialogo para establecer nuevas formas de convivencia, un nuevo sistema político y el valorar el aporte cultural y social que pueden aportar como en la poesía.

“Lo que exigimos los pueblos no es apapacho sino que se nos respete como hombre, como mujer, como estudiante, como niño, como cualquier otra persona. Eso es suficiente porque tratamos de no meternos en la vida de los otros”.

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