Texto: Juan Blanco
Chilpancingo, Gro., 15 de noviembre de 2020. – Las recaudaciones y ventas continúan cayendo en la central de abastos Baltazar R. Leyva Mancilla de Chilpancingo, tras las recientes restricciones comerciales impuestas por el gobierno del estado a diversas actividades no esenciales para frenar la pandemia del Covid-19 en Guerrero.
Antonio García Hidalgo, administrador de este importante centro de abasto, recordó que en los tres meses posteriores del inicio en marzo de la contingencia, el comercio sufrió una caída total al grado de que establecimientos de comida se vieron obligados a cerrar.
Tras el cambio de rojo a naranja y de este a amarillo en el color del semáforo epidemiológico, las ventas se recuperaron en un 50 por ciento.
No obstante, el retorno a naranja, las nuevas medidas sanitarias y recientes restricciones comerciales, provocaron que disminuyeran hasta el 60 por ciento y corre riesgo de que continúen bajando, advirtió el administrador. «Muy crítica, muy complicada la situación se vive en cuanto a lo económico».
Lo anterior ha afectado al menos a mil 500 negocios establecidos de diversos giros comerciales, sin embargo, no están dentro de sus planes bajar sus cortinas o despedir a su personal, le han externado los propietarios a García Hidalgo.
Al igual que el comercio, dijo el administrador, las recaudaciones también cayeron hasta un 60 por ciento por el retraso de las contribuciones de los comerciantes al no contar con el dinero suficiente, pero confió en que haya una recuperación para el próximo año.
Recientemente, el gobierno del estado emitió un decreto por el que se amplía la ocupación y aforo de las actividades no esenciales en el estado.
En el caso de los mercados, indican las disposiciones oficiales, deberán operar con un 50 por ciento de su ocupación y se permitirá el ingreso de un solo integrante por familia para evitar aglomeraciones y con ello frenar los contagios y decesos por Covid-19.