Texto y fotografías: Luis Daniel Nava
Chilapa, Gro. 15 de noviembre de 2020.- Después de permanecer en terapia intensiva a causa de Covid-19 desde hace dos semanas; el obispo Salvador Rangel Mendoza encabezó este domingo la misa principal en la catedral de Chilapa.
En su regreso, el prelado fue recibido con aplausos de los cientos de feligreses presentes. “Es bonito volver a vivir”, expresó y agradeció la solidaridad que recibió desde Israel e Italia, así como de la Ciudad de México, Michoacán y Guerrero.
Salvador Rangel de 74 años de edad se presentó por primera vez con una mascarilla, una tipo N95, ofició la celebración y dio una breve entrevista. Ambas actividades las realizó con notoria dificultad para hablar, además de que fue auxiliado para descender escaleras del altar.
Reveló que tuvo la oportunidad de entrevistarse con Ranulfo Zagal “El Rany”, presunto líder de la organización criminal La Familia Michoacana, detenido hace tres días, y que le aseguró que él ni su gente participaron en el asesinato de dos sacerdotes en febrero de 2018 porque no controlan ni pueden entrar a la plaza de Juliantla en Taxco.
En la misa el obispo recibió un aplauso de la multitud de feligreses concentrados en la catedral de esta ciudad.
En la entrevista explicó que desde al menos 40 días se contagió de Covid-19 y se agravó al grado que fue trasladado en ambulancia a un hospital privado en Cuernavaca, Morelos, donde permaneció siete días en terapia intensiva.
Informó que se le daño el ocho por ciento de sus pulmones y que después de ser dado de alta permaneció tres días en aislamiento, aunque ya no cumplió los otros 40 días de reposo que recomendaron los médicos.
También informó que en la reunión que sostuvieron los obispos de Guerrero con el gobernador Héctor Astudillo se acordó suspender las celebraciones y actividades de la virgen de Guadalupe, Navidad y año nuevo.
De la detención de Ranulfo Zagal en Taxco y su implicación por parte de autoridades en el homicidio de los sacerdotes Germaín Muñiz e Iván Añorve, el obispo fijó:
“Tuve la oportunidad de hablar con él en dos ocasiones; decía que él no fue, ni su gente y que esa la plaza de Juliantla la cubren los señores de Iguala, donde no pueden entrar.
“Ya lo tomaron preso ojalá eso sirva para que la zona norte de Guerrero este en paz”.