Texto: Luis Daniel Nava

Fotografía: Martín Tonalmeyotl

Chilapa, Gro; a 17 de diciembre de 2020.- Con el libro In xochitlin kuikatl (La flor y el canto), 24 poetas nahuas buscan romper con la negación en México de la literatura creada desde la lengua de los pueblos originarios.

In xochitlin kuikatl 24 poetas contemporáneos en lengua náhuatles editado por la Universidad de las Américas Puebla (UDPLA) y es parte de la serie bilingüe Literatura en Lenguas Originarias coordinada por el académico Charles Maurice Pigott y por el poeta Martín Tonalmeyotl.

La intención de la serie –que ha publicado y publicará el siguiente año poesía en zapoteco, totonaca y maya– es mostrar la vitalidad, vigencia y riqueza literaria de las lenguas originarias que se hablan en México.

En el primer volumen deI xochitlin kuikatl, disponible en versión digital, participan los autores Jonnathan Reyes Pérez (Ahuizotl), José Carlos Monroy Rodríguez, Francisco Palemón Arcos e Iván León Javier (Teyatl), ambos de Acatlán, municipio de Chilapa.

Gustavo Zapoteco Sideño, de Topiltepec del municipio de Zitlala y el mismo Martín Tonalmeyotl, originario de Atzacoaloya, municipio de Chilapa.

Tonalmeyotl seleccionó el poemario y se encargó del prólogo que describe la desvalorización de la literatura en lenguas originarias en el país.

En México, asienta, se sigue negando la literatura creada desde la lengua de los pueblos originarios por lo que la serie busca visibilizar a escritores que no son reconocidos como escritores mexicanos porque escriben desde sus lenguas maternas.

Además de proporcionar material de lectura a nahuablantes y profesores.

En el país, explica, existen 1 millón 586 mil 884 hablantes.

La dispersión geográfica entre las regiones que conservan la lengua, dice, provoca incomunicación verbal entre escritores, aunque también ha generado una riqueza lingüística, poética, cultural y de pensamiento.

La poesía contemporánea en lengua náhuatl es vasta y poco difundida. “Es difícil que escritores tengan acceso a editoriales prestigiosas o llegan en bibliotecas o librerías comerciales”, sostiene parte del prólogo.

En el primer volumen los siete autores presentan poesía cargada de elementos naturales y cósmicos como la tierra, la vida, la muerte, luna, el cielo, el agua, la lluvia, el fuego, el corazón, así como serpientes.

Las ilustraciones son autoría de la estudiante Fatima Muñoz Pérez.

En Coatlatlaxtin, Gustavo Zapoteco, retrata la cosmovisión de los danzantes que participan en los rituales de petición de lluvias en los manantiales y montañas de Acatlán.

Najua niajakatlaquikitsa,
tlin tosepauiya
in iluikateponastle,
in akuespalin nuxayak
teoyolkatsin,
nixeloua mokualani
in tomilan

Soy el silbido del aire
que acompaña
el celeste Teponaztle,
el lagarto es mi rostro
venerable ser,
aparta tu castigo
de nuestro campo

Y en “Kauk chiche kuajkuaochoka” [Aullido de perro], Tonalmeyotl versa

Chikaualistle xtsa noyej kualtsin
ipan tlajkoiuan
notlaliaya tlatlajko ojtle
peuaya kuajkuaochokaya kampa kinekiya kimojmojtisia mikilistle
yajua okinankile niman okijle tla kampa xkineke makuikile iteko
kuajkon kitentsakuas sanka seka
yajua okinek niman iteko uan xtla kasojkamate
kuak okinextito yomik itskuin, okualasik niman okitlajkalito imijla
opej kita kenejke itskuintsin sese tlatsopilotemoltsia

La vida es imperfecta
en la medianoche
sentado a mitad de la calle
lanzaba plegarias para ahuyentar a la muerte
ella llegó y por perdonar la vida del dueño
le cerró el hocico
y éste, tan desgraciado
regaló el bulto de carne
para admirar la danza de los zopilotes.

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