Texto: Jesús Saavedra
Chilpancingo, Gro. 01 de febrero de 2021.- Ante la crítica situación que se vive en el país y en Guerrero por los elevados números de contagios del Covid-19, la diócesis Chilpancingo-Chilapa giró una circular a sus sacerdotes para que de manera responsable suspendan los actos públicos en la conmemoración católica de Semana Santa.
La diócesis envió esta circular a toda la comunidad diocesana donde señalan que «las autoridades sanitarias, así como las indicaciones dadas desde la Santa Sede han recomendado evitar las aglomeraciones siendo estas una de las principales causas de contagios (de Covid-19)».
El documento que viene firmado por el obispo, Salvador Rangel Mendoza sostiene que ante la situación crítica que se vive en Guerrero y en el país, «ante esta realidad que estamos viviendo he dispuesto que se suspendan los actos, tanto litúrgicos y piadosos, con asistencia masiva del pueblo durante los viernes precedentes a la
Semana Santa inclusive».
Recordaron en la circular que se ha autorizado que se celebren misas litúrgicas de manera virtual, «en la Iglesia catedral y en las iglesias parroquiales, incluso sin la participación física de los fieles, el Obispo y los párrocos celebren los misterios litúrgicos del Triduo Pascual, avisando a los fieles la hora del inicio, de modo que puedan unirse en oración desde sus propias casas».
Y puntualizaron que las indicaciones para el Domingo de Ramos, Jueves Santo, Viernes Santo, Domingo de Pascua y Vigilia Pascual, «ordeno que se observen las indicaciones del Decreto (del gobierno del estado) en tiempo de Covid-19».
E indicaron que el Lunes Santo donde tradicionalmente se bendicen los Santos Oleos, «de manera oportuna indicaré el día para realizarlo. Con respecto a la Absolución general tienen que observar las indicaciones ya establecidas en el Magisterio de la Iglesia así como expresamente dice la Nota de la Penitenciaría Apostólica sobre el Sacramento de la Reconciliación en la situación actual de pandemia; donde los fieles individuales se encontraron en la dolorosa imposibilidad de recibir la absolución sacramental, se recuerda que la contrición perfecta, proveniente del amor de Dios amado por encima de todo, expresada por una solicitud sincera de perdón».