Texto: Luis Daniel Nava

Fotografía de Portada: José Luis De la Cruz

Chilapa, Gro., a 05 de febrero de 2021.- Padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos y el Centro de derechos de víctimas de la violencia conmemoraron este jueves con una misa en Chilapa el tercer aniversario de la muerte de la madre del estudiante Everardo Rodríguez, la señora Minerva Bello Guerrero.

El obispo Salvador Rangel Mendoza que encabezó la celebración pidió con gratitud la lucha y el esfuerzo de Minerva Bello que fue vencida por el cáncer y pidió a los padres seguir adelante sin perder la fe en la búsqueda de los estudiantes.

Bello Guerrero de la comunidad de Omeapa del municipio de Tixtla falleció a los 52 años, el 04 de febrero de 2018, luchando contra un cáncer que se desarrolló a partir de la desaparición forzada de su hijo Everardo, junto a otros 42 estudiantes, registrada casi cuatro años atrás en la ciudad de Iguala.

La misa se realizó la tarde de este jueves en el templo de La Villa con la presencia del señor Francisco Rodríguez Morales, quien fuera esposo de la señora Minerva, así como de una comisión de padres de los normalistas desaparecidos y familiares de víctimas de desaparición de la región. Asistió al obispo, Filiberto Velázquez Florencio, vicario de La Villa y director del Centro Minerva.

En su mensaje Salvador Rangel dijo que a la señora Minerva se le recuerda con gratitud por su lucha y su esfuerzo en la búsqueda de su hijo Everardo. “Lo mejor que podemos hacer hoy es recordarla”. A los familiares de las víctimas les expresó que su camino es con la pendiente hacía arriba y a contracorriente.

“Sigan sembrando esperanza; tenemos que seguir adelante sin perder la fe en la búsqueda”.

Salud de padres deteriorada

Melitón Ortega García, tío de Mauricio Ortega, uno de los 43 estudiantes desaparecidos en 2014, dijo que a más de seis años y medio búsqueda de sus familiares, la salud de los padres de ha complicado y ha traído como consecuencia la ausencia en reuniones y la búsqueda en la calle.

Calculó que unos 10 madres y padres padecen de enfermedades que ya tenían y que se fue desarrollando en el proceso de la lucha.

Mientras que, dijo, a dos de los padres padecieron de síntomas de la enfermedad Covid-19 pero que ya están fuera de peligro.

“Es preocupante como el caso de nuestra compañera Minerva que en el camino de la búsqueda de su hijo no resistió, se le complicó la salud y finalmente tuvo que salir de la búsqueda. Se fue con esa ausencia, esa tristeza y ese dolor y dejó en manos de nosotros la tarea.

“Estamos bien organizados con la firme idea de encontrar a los estudiantes, la unidad de los padres nos da la fortaleza”.

Reconoció a más de dos años del nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha entrado a una etapa complicada del caso de los estudiantes porque hay lentitud en los trabajos y por la detención de personajes como el capitán del Ejército, José Martínez Crespo, del que dijo existe evidencia de que coordinó el operativo donde se llevaron por la fuerza a los estudiantes.

“Entre más tiempo pasa se ha complicado más la búsqueda, con el tiempo se van muchas evidencias; a pesar el esfuerzo del nuevo gobierno hay una reserva de funcionarios del régimen anterior”, dijo.

Fue injusta su muerte

El director del Centro Minerva, Filiberto Velázquez, informó la eucaristía fue para conmemorar la memoria de la lucha y muerte de la señora Minerva.

Su fallecimiento, dijo, fue injusto porque fue a causa de una enfermedad que se agudizó por el hecho victimizante de perder a su hijo. Explicó que tan solo el hecho de tener a una víctima de violencia ha generado estragos en los padres.

“La mayoría tiene enfermedades crónicas degenerativas, diabetes, hipertensión que se agudizan con las búsquedas. El desgaste físico y emocional cobra su factura.

No obstante, de que la pandemia, consideró, pude ser un tiempo de restablecimiento de la salud de los padres pero que no los exento de alguno de ellos pudiera haber tenido sintomatología de Covid-19.

“Debemos seguir pendientes de su salud de los padres porque también hay otros familiares cercanos a las víctimas que han sufrido”.

El diácono entregó de parte del Centro Minerva Bello un reconocimiento al obispo Salvador Rangel por estar al pendiente de la organización y de los familiares de las víctimas.

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