Texto: Jesús Saavedra
Chilpancingo, Gro., 15 de junio de 2021.- En un encuentro entre el presidente, Andrés Manuel López Obrador, con las madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala en septiembre del 2014, les informaron que el laboratorio de Genética de la Universidad de Innsbruck, Austria, identificó los restos del normalista, Jhosvani Guerrero de la Cruz.
Con esa identificación en casi siete años de la desaparición forzada de los 43 muchachos en esa ciudad de la zona Norte de la entidad, se han podido identificar sólo a 3 estudiantes desaparecidos de manera forzada a manos de sicarios de Guerreros Unidos, de policías municipales, estatales, federales e inclusive con la complicidad de elementos del Ejército.
López Obrador encabezó este martes una reunión privada con las madres y padres de los jóvenes desaparecidos; donde participaron además los integrantes de la Comisión Presidencial para la Verdad y la Justicia en el caso Ayotzinapa y el ministerio público Federal que la Fiscalía General de la República (FGR) que da seguimiento al caso.
Al salir del encuentro en Palacio Nacional, el abogado de las madres y padres, Vidulfo Rosales Sierra, de manera escueta confirmó que les habían informado que habían identificado los restos del normalista, Jhosvani Guerrero de la Cruz, «dio positivo para él».
Solo indicó que para identificar los restos del normalista en el laboratorio de la Universidad de Innsbruck, tomaron muestras de ADN de una vértebra lumbar que encontraron en la barranca de La Carniceria, municipio de Cocula, «en un período de búsqueda de noviembre del 2019 que se realizan búsqueda en esas zonas, esos restos fueron enviados a Innsbruck y nos dieron estos resultados».
«Los restos encontrados en el río San Juan nunca fueron susceptibles de verificación, las identificaciones que se hicieron nunca tuvieron certeza científica, no se puede validar esto, los restos que se identificaron son los restos que encontramos en la barranca de La Carniceria, se trata de una vértebra lumbar que fue motivo de análisis y que dio positivo», agregó, Rosales Sierra.
En febrero del año pasado se informó que el gobierno federal, había enviado a Innsbruck 16 restos óseos encontrados en una búsqueda que hicieron en la citada barranca, autoridades de la Comisión, la FGR y los padres de los muchachos desaparecidos.
En ese mismo lugar encontraron otros restos óseos que fueron enviados a esa misma universidad de Genética en Austria, donde esta semana enviaron los resultados a las autoridades de nuestro país y les fueron informados en la reunión con el presidente, donde confirmaron la identificación del normalista, Jhosvani Guerrero de la Cruz, quien al momento de su desaparición tenía 20 años y su familia es originaria de la localidad de Omeapa, del municipio de Tixtla.
En julio del año pasado las autoridades informaron que ese mismo laboratorio de Genética Forense, pudo identificar los restos de otro normalista, Christian Rodríguez Telumbre, y también de exámenes de restos óseos que fueron localizados en la barranca de La Carniceria, en Cocula.
En el sexenio de Enrique Peña Nieto y la extinta Procuraduría General de la República (PGR), se informó que unos restos se encontraron en el río San Juan y de ahí se pudo identificar los restos del normalista, Alexander Mora Venancio.
La versión de esa administración y de la PGR, era que a los 43 normalistas los habían llevado al basurero de Cocula donde habrían sido asesinados e incinerados, sus restos almacenados en bolsas de plástico y tirados al cauce del río San Juan.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador, se creó por decreto presidencial, la Comisión para la Verdad y la Justicia en el caso Ayotzinapa, se incorporaron al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), y se exploraron otras teorías del paradero de los 43 estudiantes desaparecidos.
Con la localización de los restos de Christian Rodríguez Telumbre en la barranca de La Carniceria, las autoridades federales aseveraron que se había «derrumbado la verdad histórica», como llamaron desde la PGR a la teoría de la incineración en el basurero de Cocula a los 43 muchachos. El próximo mes de septiembre se van a cumplir 7 años de la desaparición forzada de esos 43 estudiantes, donde sólo se ha podido identificar a 3 y falta por saber del paradero de 40 normalistas y de lo que sucedió la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014, para que arremetieran contra ellos de esa manera; además de aclarar quienes fueron los autores materiales e intelectuales de esta masiva desaparición forzada.