Texto: Fabiola Ramos Gallo

Fotografías: Archivo

Acapulco, Gro., 16 de junio de 2021.- Luego del asesinato del ex preso político y comisario de Acatempa, Julio Coctecón Rendón, el equipo del Comité de Amigos de Gonzalo Molina exigió el esclarecimiento de los hechos y responsabilizó al Estado de cualquier ataque contra el defensor de presos políticos, Gonzalo Molina.

A través de un comunicado, el equipo del también promotor de la CRAC-PC expuso las condiciones en las que viven los pueblos indígenas del estado de Guerrero, en un contexto en el que diariamente se ven violentados sus derechos humanos.

A esta «indefensión y desamparo cíclico» se suma el hostigamiento contra los Policías Comunitarios que ante la inacción e impunidad en la que operan las fuerzas de seguridad pública se han visto en la necesidad de organizarse para ir sorteando los embates de grupos criminales y del propio Estado.

En el escrito se plasma un recuento de los ataques y persecución del que han sido objeto varios ex presos políticos tras salir de los reclusorios.

Entre estos, mencionan que Gonzalo Molina, ex preso político y quien ahora es defensor de sus compañeros, desde su salida del penal de Chilpancingo ha sido constantemente hostigado.

«Al salir Molina de su injusto cautiverio de más de cinco años y obtener su libertad absolutoria, fue víctima de tres intentos de levantamiento cuando se encontraba en la ciudad de México, sin que nunca se hayan aclarado los hechos. Por sus propios medios, sin ayuda de ninguna autoridad, pudo llegar a resguardarse en calidad de desplazado en la montaña de Guerrero» informaron.

Aunado a esto, señalan que anteriormente en 2015, cuando aún estaba activa la base del Fortín, otros 4 integrantes fueron abatidos en emboscada cuando realizaban rondines de seguridad en su comunidad. Asimismo, en 2018 el policía comunitario, Tomás González fue asesinado en un hecho similar al de Coctecón Rendón.

Cabe mencionar que recientemente en el mes de abril, habían denunciado el desmantelamiento de la Base del Fortín ubicada en Tixtla; dicho amedrantamiento se llevó a cabo presuntamente por el grupo delictivo que impera en la zona ‘Los Ardillos’ a quienes también atribuyen el asesinato «ruin y cobarde» de Julio Coctecón.

«Lo hicieron caminar por el cerro y posteriormente lo subieron a una camioneta Nissan blanca, a las pocas horas lo tiraron desnudo y desmembrado enfrente de la que fuera la Casa de Gonzalo Molina en Tixtla, Guerrero. Acciones tan macabras se llevan acabo a la vista de las autoridades y de los pobladores en indefensión en esa localidad» lamentaron.

Por otra parte dijeron «no se explica tanta impunidad» por parte de los gobiernos y sus fuerzas de seguridad, mismas que aseguran «no sólo vulneran los derechos de los pueblos indígenas sino que deja al descubierto su inservible actuación ante la inseguridad».

Bajo esta serie de hechos que han quedado en la impunidad, los colaboradores de Gonzalo Molina exigen a los tres niveles de gobierno el cese de hostigamiento, la aprehensión de quienes resulten responsables de este hecho criminal y responsabilizan a los mismos sobre cualquier ataque a la integridad física de quien desde su salida del penal ha asumido la defensa legal de los presos políticos de Guerrero.

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