Texto y fotografías: Bernardo Torres

Chilpancingo, Gro., 17 de junio de 2021.- En el lugar equivocado, momento equivocado, una bala al corazón disparada por elementos de la Policía Estatal de Guerrero, acabó con la vida de Juan Antonio, dejando a seis niñas en la orfandad.

En conferencia de prensa, su esposa y ex esposa, Ana Luisa Sánchez Ramos y
Brenda Margarita Juárez, exigieron justicia, que el caso no quede en la impunidad, y que intervenga de manera inmediata el gobernador, Héctor Astudillo Flores.

La tarde del domingo, Policías Estatales perseguían a un sujeto en un andador de la Colonia Figueroa Mata realizando disparos, y una de esas balas impactó directo al corazón del joven, quien esperaba a sus hijas en la calle.

Iban a ir a jugar al parque, una de sus hijas se había retrasado y su esposa esperaba dentro del vehículo, cuando de pronto escuchó una explosión, pero por inercia se agachó y escondió dentro de la unidad, sin saber lo que ocurría.

Dos de las menores observaron toda la escena, ya cuando la madre salió del vehículo su esposo estaba tendido en el suelo inconsciente y con sus propios medios lo trasladó a un hospital, donde minutos más tarde fue declarado muerto.

Luego de disparar, los policías se dieron a la fuga sin mediar palabra, la familia dice que tienen testigos de que estos mismos elementos venían disparando desde las colonia Pradera e Independencia persiguiendo a un sujeto.

El joven de 34 años, dejó a seis niñas en la orfandad, por lo que ambas madres exigen a las autoridades no solo se haga justicia por el asesinato, sino que se repare el daño y se les garantice el futuro a las menores.

Ante la Fiscalía General del Estado (FGE) ya interpusieron la denuncia, acudieron a declarar, pero no ven avances en el caso, y de seguir así van a salir a las calles a manifestarse.

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