Texto: Juan Blanco
Fotografías: Eric Chavelas Hernández
Chilpancingo, Gro., 16 de septiembre de 2019. – Familias desplazadas por la violencia de los municipios de Leonardo Bravo y Zitlala, tomaron la caseta de peaje de la Autopista del Sol, en Chilpancingo, para recabar fondos que serán utilizados para la compra de medicamentos y para cubrir otros gastos de primera necesidad, ante el «nulo» apoyo de los tres órdenes de gobierno.
Fueron por lo menos treinta personas las que alrededor de las 4:00 de la tarde de este lunes arribaron y se apoderaron de los ocho módulos de dicha caseta de cobro, ubicada en la comunidad de Palo Blanco, al norte de esta ciudad.
Las comisionadas de reunir el dinero pedían 50 pesos a los cientos de automovilistas que circulaban por esa vía de comunicación, a diferencia de los 134 pesos que cobra Caminos y Puentes Federales (Capufe).
Entrevistado en el lugar, el director del Centro Regional de Derechos Humanos «José María Morelos y Pavón» (Centro-Morelos), Manuel Olivares Hernández, quien da acompañamiento a las afectadas, declaró que hay más de 6 mil personas desplazadas en toda la entidad a quienes las autoridades no les han garantizado su regreso a sus lugares de origen.
Entre esas estadísticas de desplazados hay familias de la comunidad de La Laguna, municipio de Coyuca Catalán, en la zona de la Tierra Caliente.
Además, están las 140 familias desplazadas de poblados de Leonardo Bravo, refugiados en Chichihualco, y 18 de Tlaltempanapa, municipio de Zitlala, de las cuales sólo siete están albergadas en esa misma cabecera municipal, pues el resto se dispersó a otros estados del norte del país.
El activista dijo que el gobierno estatal y federal no está brindando apoyos económicos a los afectados, así como no les garantizan su regreso a sus lugares, razón por la que la tarde de este lunes decidieron tomar la caseta para recabar fondos los cuales, indicó, serán utilizados para alimentación y para comprar medicamentos para algunas personas que presentan enfermedades.
Las familias afectadas dejaron la caseta de peaje alrededor de las 5:00 de la tarde tras tomarla por una hora, luego de que policías federales de camino a bordo de sus patrullas les dijeron que ya debían retirarse.