Texto: Juan Blanco
Chilpancingo, Gro., 26 de septiembre de 2019.- El gobernador Héctor Astudillo Flores dijo que no tiene los fundamentos que confirmen que los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, fueron llevados a la Sierra de Guerrero, luego de levantarlos la noche del 26 de septiembre de 2014, en Iguala.
Lo anterior, en respuesta al ex dirigente de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC), Eliseo Villar Castillo, preso desde el 2015 en el penal de Chilpancingo, quien este jueves declaró desde esa cárcel que los normalistas fueron llevados a la Sierra.
«No tengo yo elementos para decir, para reforzar, para rechazar, para confirmar o, para negar; no los tengo. Yo creo que es un asunto que ha expresado. Yo creo que si se están siguiendo las líneas yo creo que hay que seguirlas», expuso.
No obstante, el mandatario dijo que la Fiscalía General de la República (FGR) y la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, no debe descartar cualquier línea. «
«Yo creo que en la apertura que hay por parte del gobierno federal, de la Fiscalía, del propio presidente de la República (Andrés Manuel López Obrador), cualquier línea que se aporte, por supuesto, no hay que desdeñarla para saber dónde están los 43», dijo.
Cómo se recordará, la FGR mediante un comunicado informó que citó a declarar al ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, a los ex los titulares de la entonces Procuraduría General de Justicia de este estado, Iñaki Blanco y al ex secretario de Seguridad Pública, Leonardo Vázquez.
Al respecto, el gobernador dijo: «Yo creo que la Fiscalía está en su facultad de llamar a quien considere conveniente y entiendo que acudirá, como lo he conocido en las redes, el señor ex gobernador».
Este jueves, el mandatario asistió al homenaje que este jueves rindieron, en el Polideportivo de Chilpancingo, a un ex jugador del Club de Fútbol «Avispones» de Chilpancingo y al chófer encargado de trasladar en el autobús a este equipo a sus encuentros, quienes fueron asesinados a balazos la noche del 26 de septiembre de 2014, en Iguala, luego de confundirlos presuntamente con los normalistas de Ayotzinapa.