Texto y fotografías: Fabiola Ramos Gallo

Acapulco, Gro., 29 de septiembre de 2021.- Está mañana nuevamente el grupo paramilitar ‘Los Ardillos’ atentaron contra el Concejo Indígena y Popular de Guerrero ‘Emiliano Zapata’ (CIPOG-EZ) emboscando a 5 de sus integrantes en la carretera de Ahuixtle.

A través de un comunicado, el CIPOG-EZ denunció que luego de que se sumaran a la exigencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional al cese de provocaciones por parte de los diferentes partidos políticos a los pueblos originarios, a una semana se da este nuevo ataque.

Asimismo, desde el pasado 23 de septiembre habrían hecho la denuncia pública de que el grupo delictivo había rodeado las carreteras que conducen a las 21 comunidades que conforman el Concejo.

Este acecho desencadenó en que el día de ayer a las 9 horas 5 comunitarios de Tula, fueran emboscados en la carretera de Ahuixtla en dirección a Papaxtla, por 8 hombres quienes descendieron del cerro con armas de fuego R-15 y cuernos de chivo, hiriendo gravemente a 3 personas hermanadas al CIPOG-EZ.

«Pero eso no les bastó, unas horas más tarde, entre las 2 y 3 pm, hombres armados incursionaron en la comunidad de Zacapexco, comunidad perteneciente al CIPOG-EZ; afortunadamente, para eso somos organización y logramos rechazar los ataques ¿pero a caso nos corresponde a nosotras y nosotros mismos enfrentarnos al crimen y exponer nuestras vidas?» Externaron reprochando a los 3 niveles de gobierno la nula garantía de seguridad en la zona.

Por otra parte, aseveraron que dicho grupo delictivo quien mantiene una constante represión en la Montaña baja lo ha logrado en contubernio de las autoridades gubernamentales y con la complicidad de familiares dentro de la clase política.

De igual manera, reprocharon que el obispo de la dióscecis Chilapa-Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza «se ha puesto del lado del lado de los asesinos, torturadores, secuestradores, pues son las formas en las que actúan “Los Ardillos”, y
no del lado del pueblo, que sufre la violencia, el despojo y la muerte».

Argumentaron que este cerco que mantienen en las comunidades indigenas Na Savi, Me´phaá, Nahua y Ñamnkué se debe a que se han opuesto y organizado para evitar que los grupos de narcotráfico obliguen a sus familias a servir como mano de obra y a utilizar sus tierras como sembradíos de amapola y otros actos ilegales; detallaron que esto ya ha cobrado la vida de 34 compañeros de dicho Concejo.

Ante los hechos, responsabilizaron a los 3 niveles de gobierno, así como a la Policía estatal, municipal y federal, pues «han sido cómplices de esta emboscada e incursión, así como de los asesinatos, secuestro, tortura, desapariciones y demás formas de violencia que hemos vivido desde hace ya varios años, pues a pesar de múltiples reuniones y compromisos, sabemos que lo único que hemos recibido son palabras huecas y mentirosas, pues no hacen nada en contra de los Ardillos».

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