*Por su parte, la titular de la SSP del municipio reconoció que muchos de los hechos de violencia tienen que ver con el “cambio de administraciones”, pero que no es privativo de la capital.
Texto y fotografía: Juan Blanco
Chilpancingo, Gro., 22 de noviembre de 2021.- La alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez dijo que el tema de la seguridad no sólo es competencia de las instituciones sino de la ciudadanía y en cuanto a los cuatro locales que fueron incendiados presuntamente por hombres armados ayer, indicó que no corresponden al mercado “Baltazar R. Leyva Mancilla”.
En tanto que, en entrevista, la titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Municipal, Martha Isela Vázquez Adame reconoció que muchos de los actos de violencia ocurridos recientemente, tienen que ver con la transición de las administraciones locales, pero que no es exclusivo de la capital.
Este lunes, la primera edil morenista y sus funcionarios del gabinete ofrecieron su conferencia matutina en la que dieron cuenta de las actividades que se han realizado en el municipio en materia de obra pública, desarrollo económico, salud, seguridad, tránsito y para la erradicación de la violencia con razones de género.
Respecto a la violencia, la munícipe informó que dentro de las instalaciones de la SSP Municipal se están habilitando dos áreas para albergar a los 50 elementos de la Marina Armada de México que llegaron a la capital a reforzar la seguridad hace algunas semanas para responder a los hechos delictivos de manera inmediata.
Dijo que en estas acciones de seguridad no sólo trabajan elementos de la Guardia Nacional, Policía Estatal y efectivos de la Sedena, sino también los 112 uniformados de la Policía Municipal, de los cuales sólo 88 están certificados.
Recordó que ayer se reportó el incendio de cuatro locales de la nave cero del mercado “Baltazar R. Leyva Mancilla”, otro más hacia una camioneta en la que vendían sandías y otro más en el rastro municipal, de los cuales sólo los dos primeros se confirmaron.
Dijo que como primeros respondientes, elementos de Protección Civil y Bomberos acudieron a atender dichos siniestros, así como oficiales de la Policía Municipal para resguardar el lugar y personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) para realizar las primeras investigaciones y dar a conocer en su momento qué es lo que realmente provocó dichos incendios, pero dijo que en el caso de los comercios, no forman parte de la central de abastos sino que están asentados de manera irregular.
Sin embargo, a pregunta de un reportero sobre que a pesar de estos operativos de las corporaciones policiacas la ciudadanía tiene otras percepciones sobre la seguridad, Hernández Martínez contestó que la administración pasada no le dejó a la suya un diagnóstico sobre los tipos de delitos que padece la capital, pero que se han estado basando en las estadísticas que maneja el gobierno federal para enfrentarlos.
Dijo que este tipo de hechos de violencia que ponen en riesgo la seguridad pública no sólo es competencia de las instituciones de los tres órdenes de gobierno y de la Fiscalía General del Estado sino de la ciudadanía, “por eso estamos construyendo los comités de seguridad para que actúen de manera inmediata si hay un delincuente” y lo enfrenten, dijo, pero les pidó tomar sus precacuiones, ante el riesgo de que su agresor esté armado.
En entrevista después de la conferencia matutina, la titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Municipal, Martha Isela Vázquez Adame indicó que los hechos de violencia no son privativos de Chilpancingo sino que están ocurriendo en otras ciudades del estado de Guerrero.
Sin embargo, reconoció que estos “se dan en la coyuntura del cambio de las administraciones (municipales) que la delincuencia aprovecha, pero bueno, ya son temas que se están trabajando de manera conjunta con las diversas autoridades”.
El obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, ha reiterado en diversas ocasiones que la violencia en Guerrero, pero especialmente en Acapulco, Chilpancingo e Iguala, tienen que ver con el reacomodo de grupos delictivos provocado justamente por la transición de gobiernos locales.