Texto y fotografía: Luis Daniel Nava
Chilapa, Gro., 22 de noviembre de 2021.- Tenemos que regresar a las prácticas ancestrales de agroecología para preservar la salud del campesino, recomendó el ingeniero brasileño Sebastiao Pinheiro este fin de semana en Chilapa.
El ingeniero agrónomo e investigador social impulsor en Latinoamérica de la agroecología fue consultado en el encuentro de productores de la Montaña baja este sábado donde se informó sobre los daños causados por el uso de herbicidas y plaguicidas.
De entrada, dijo que al momento en que México es uno de los pioneros en América Latina para la eliminación de glifosato se le hace necesario prestar todo su apoyo y trabajar para lograr la restauración de una normalidad en la agricultura.
El herbicida glifosato que ha sustituido la mano de obra, dijo, es muy peligroso a la salud humana y al medio ambiente.
“Cuando usted utiliza glifosato se puede tener una contaminación operacional, en los alimentos que se producen y esos son factores que han desencadenado una serie de enfermedades, son más de 150 enfermedades que existen”.
Tenemos que tomar actitudes para preservar la salud del campesino y su familia, la naturaleza, la calidad del alimento y lo que consume, dijo.
“Hay una razón especial para impedir su uso en la agricultura. Su daño al clima por la desaparición de la vida micro orgánica en el suelo, provocando la ruptura en el ciclo de la materia orgánica que es fundamental para la fertilidad y la recomposición”.
“Cuando provoca la ruptura y disminuye la biodiversidad de los microorganismos, el daño es incalculable. Aquellos gases que quedarían retenidos en el suelo se van a la atmósfera provocando el cambio climático.
Calificó los productos químicos que contienen glifosato como tóxicos, peligrosos y costosos. No obstante, explicó, se pueden sustituir por un jornal de un trabajador que limpia la tierra y ayuda a mantenerla fértil, además de que no causa problemas en la salud y lleva un producto más saludable a la población.
Detrás del uso desproporcionado de los químicos en el campo mexicano, dijo el especialista brasileño, existen agro corporaciones gigantescas internacionales y nacionales que han provocado desempleo, desarraigo al campo y un daño económico, social y ambiental.
“Estamos demostrando a los campesinos que es un error grave utilizar ese tipo de herbicida. Es mejor adoptar alternativas conocidas por ser prácticas ancestrales.
Las agrocorporaciones, agregó, han significado para México disminuir la materia orgánica en sus suelos, menos recursos hídricos y depender del riego.
Cuando aumenta la materia orgánica, explicó, esta trabaja como una especie de esponja que acumula agua y humedad. “Aumenta la productividad y fertilidad del suelo evitando su intoxicación”.