Texto y fotografías: Luis Daniel Nava
Chilapa, Gro., 20 de diciembre de 2021.- Artesanos de Chilapa celebraron el repunte de sus ventas en esta temporada navideña. “Fue mejor la temporada, estamos agradecidos con la gente que nos visitó”.
Y anunciaron de aquí hasta año nuevo seguirán ofertando su producto en la cabecera de este municipio para las personas que no alcanzaron a comprar.
Instalado en las inmediaciones de la glorieta Eucaria Apreza, Francisco Vázquez y su mamá guardan la poca mercancía que les quedó después de cuatro fines de semana de vender pinos de palma, coronas y nacimientos de totomoxtle.
“Este 2021 fue mejor la temporada gracias a dios; no nos quejamos de la temporada porque si tuvimos gente, tuvimos visita”.
Incluso mayoristas o familias enteras, dice, los estuvieron visitando en su pueblo Ayahualulco.
“Estamos agradecidos con la gente que nos visitó, allá vendíamos nuestras artesanías. La temporada pasada, recuerda, sus ventas cayeron mucho, más del 70 por ciento, calcula.
Ahora, dice, se han recuperado en un 80 o 90 por ciento. El producto de la familia de Francisco Vázquez se envía a la Ciudad de México y a Oaxaca.
Con casi 30 años en el oficio, don Francisco aún recuerda que en su comunidad hacían sus artesanías al tanteo y que en el primer gobierno de Ángel Aguirre, a final de los 90, les enviaron a un maestro artesano de Guadalajara que les enseñó a detallar y refinar sus artesanías, además de mostrarles otras.
En el local de doña Juanita, frente a la glorieta, este año pintó mejor.
“Es mejor que el año pasado, pinta mejor. El 2020 estuvo de plano muerto, fue una temporada muerta”.
Su local, así como el de decenas de comerciantes, ofrece artesanías de carrizo como ciquihuites y canastas; de palma como bolsas, tapetes y pinos, así como productos elaborados con totomoxtle como las flores de colores, noche buenas, piñatas, ángeles, borregos, burritos, vacas y nacimientos. La novedad son unos mini pingüinos.
“Muchas gracias por haber consumido lo local, lo cien por ciento guerrerense”, dice uno de los hijos de doña Juanita.
En tanto, el puesto de Faustino Moreno llama la atención de visitantes por sus boas verdes de palma, árboles navideños decorados con estrellas tejidas de palma y sus pequeñas figuras de Santa Claus y un duende elaboradas con palma.
En esta temporada empezaron a trabajar desde septiembre y sus pedidos llegaron hasta las 200 piezas de pinos por semana.
Para optimizar su carga de trabajo, compró a artesanos de las comunidades vecinas de Amate Amarillo y Cuadrilla Nueva, tejidos de palma a mano y costura de tejidos de palma.
Cada comunidad, explica, tiene su propia especialidad y al final se hace una cadena de producción y comercialización.
En esta temporada, dice, en su taller se emplean a cuatro personas más otras siete que intervienen en rajar previamente la palma.
Es un negocio familiar y tratamos que la gente tenga trabajo en la comunidad, dice.
Don Faustino y su familia tienen la demanda más grande de artesanía en noviembre cuando mayoristas de otros municipios y la Ciudad de México o Guadalajara llegan hasta su domicilio para surtirse.
“El año pasado bajó más del 50 por ciento. Diría que esta temporada estuvo al cien por ciento, subió bastante”.