Texto: Jesús Saavedra
Fotografía: Bernardo Torres
Chilpancingo, Gro., 04 de febrero de 2022.- El Comite de madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala aseveraron que los normalistas de Ayotzinapa fueron reprimidos cuando pretendían «tomar la caseta de Palo Blanco con el objeto de manifestarse exigiendo la presentación con vida de los 43 estudiantes y denunciando la falta de avances en las investigaciones, sin embargo, más de 800 policías los encapsularon coartando su derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión».
Ese Comité consideró que «por esta razón y para no confrontar a las fuerzas del orden, los estudiantes optaron por retirarse a su escuela, pero un mando de la Policía Estatal de manera innecesaria ordenó impedir el avance de los últimos autobuses, razón por cual los jóvenes intentaron abrir paso para que los vehículos avanzaran, pero fueron rechazados violentamente con gases lacrimógenas que lanzó la Policía Estatal».
Indicaron que el «saldo es de 5 estudiantes detenidos y dos heridos que se encuentran recibiendo atención médica en un hospital de Tixtla, Guerrero. Los detenidos habrían sido liberados horas más tarde».
Y consideraron que «era totalmente innecesario emprender acciones de encapsulamiento y choque contra los estudiantes dado que estos ya se retiraban a su escuela evitando entrar en confrontación con las fuerzas policiales, pero en una acción injustificada e innecesaria, la Policía del Estado inició acciones de hostilidad y represión contra los jóvenes lo que implica un uso desproporcionado de la fuerza que viola los estándares internacionales de derechos humanos».
Y señalaron que las madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos «condenamos enérgicamente la represión contra los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. Es evidente que este gobierno ha mostrado su verdadera vocación represora. No existen diferencias entre el régimen represivo de gobiernos priistas y perredistas con el actual. Se evidencia una continuidad en la práctica represiva contra los movimientos sociales y principalmente contra los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. La normal se ha convertido, como en el viejo régimen, en el principal enemigo de este gobierno».
Señalaron que la «defensa de una caseta de peaje es defendida a ultranza sin importar que ello implique limitar los derechos de los estudiantes a exigir la presentación con vida de sus 43 compañeros y justicia por los jóvenes asesinados. Se privilegia el uso de la fuerza del estado contra los que se movilizan por verdad y justicia, pero se deja que los grupos de la delincuencia organizada ejerzan un autogobierno e impongan sus reglas en varios territorios del estado de Guerrero, donde nada hace para contener el saldo de violencia y muerte que dejan a su paso».
Y exigieron un «alto a la represión contra la Normal Rural de Ayotzinapa, contra las madres y padres de los 43 y el movimiento social y que se investiguen a los policías que incurrieron en uso excesivo de la fuerza».