Texto y fotografías: Bernardo Torres Morales

Zihuaquio, Coyuca de Catalán, Gro., 20 de marzo de 2022.- Dos años estuvieron fuera de su comunidad, luego de ser desplazados por el crimen organizado, y este fin de semana habitantes de Zihuaquio, en la sierra del municipio de Coyuca de Catalán regresaron para reiniciar sus vidas y reconstruir su localidad.

Donde antes fue una próspera comunidad que se dijo siempre producía el mejor mezcal de Guerrero, esta vez sólo quedan ruinas, casas quemadas, baladas y colapsadas por el paso del tiempo y los fenómenos naturales.

Hace dos años, cuando los proyectos mezcaleros estaban en su apogeo con reconocimientos hasta internacionales, miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), irrumpieron en esta región serrana, para controlar la venta y producción de goma de opio.

Este grupo no sólo tomó el control de la región, sino que sometió a quien se quedó, los despojó de tierras y casas, vehículos, saqueó las vinatas, destruyó y quemó todo a su paso, dejando un pueblo en ruinas.

Con sus propios medios y como pudieron, alrededor de 350 personas huyeron de la localidad para refugiarse en lugares cercanos, la mayoría se quedaron en la comunidad de Vallecitos de Zaragoza del municipio de Zihuatanejo, otros en Petatlán y algunos a otros estados del país.

El Cártel se apoderó de alrededor de 15 mil litros se mezcal que recién se habían destilado en las vinatas, también arrebató unas mil 700 cabezas de ganado y de unas 700 bestias mulares.

Esta situación enfrentaron no solamente los habitantes de Zihuaquio, sino otras aledañas que también huyeron, como Casas Viejas, La Cañada, El Toro, La Palma, Las Fraguas, Santana, La Nogalera, Piedras de Amolar y Las Vaquitas.

Durante estos dos años nadie volvió al pueblo que quedó a merced de la delincuencia organizada, apoyada por algunas familias de la misma localidad que se adueñaron de todo, sin que ninguna autoridad les pusiera un alto.

Este viernes, una vez con el apoyo gubernamental, al menos 30 familias emprendieron el regreso a sus hogares, cargaron algunas despensas, ropa y enseres domésticos para iniciar una travesía que les llevó alrededor de siete horas.

El contingente resguardado por elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional, Policía Estatal y Ministerial salió alrededor de las 09:00 de la mañana de Vallecitos de Zaragoza, para encaminarse a la localidad.

Enfrentaron una serie de obstáculos para su retorno, el miedo, la inseguridad, la falta de vehículos, el mal estado de la carretera, la distancia, y al llegar al pueblo descubrir que todo estaba destruido y completamente inhabitable.

Después de varias horas de camino, llegaron a la comunidad, pero ni siquiera tenían dónde llegar, tampoco había energía eléctrica, agua potable, ningún servicio de salud o educativo, por lo que la mayoría se concentraron en la escuela y en la iglesia del pueblo.

Su situación es completamente incierta, el grupo criminal que los desplazó acecha los alrededores, perdieron dos años de producción de mezcal, las tierras de cultivo están desiertas y sólo los alimenta el ánimo de salir adelante.

Las autoridades que acudieron para verificar su regresó se comprometieron a darles apoyo policiaco permanente, vigilar los caminos, y acompañarlos cuando tengan que bajar para adquirir víveres.

Los pobladores, llamaron a la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda que no los olvide y que ponga atención especial a las comunidades de esta zona, que los dote de proyectos productivos para reactivar su economía, que se rescaten las vinatas de mezcal y sobre todo que se les garantice su seguridad.

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