Texto y fotografías: Jesús Saavedra

Barra de Santa Rosa, San Marcos, Gro., 17 de abril de 2022.- Decenas de familias del municipio de San Marcos cerraron el fin de Semana Santa en la pesca de jaibas en esta laguna que se une con el mar.

Domingo de resurrección y en esta zona de la Costa Chica, la mayoría de familias buscan concluir esta celebración católica de la crucificción de Jesús en las playas de esta región guerrerense.

El sábado de Gloria playas como El Dorado, El Amazquite son los destinos favoritos de este municipio y de turistas por la belleza que ofrecen a anfitriones del municipio, de otros municipios, de otros estados y del extranjero.

Luego de dos años de confinamiento por la pandemia del Covid-19, la mayoría de personas decidió salir de sus hogares y abarrotar las playas en mención o la laguna de Tecomate Pesquería o este sitio de la barra de Santa Rosa.

Para llegar a este lugar se tiene que viajar desde la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional, antes de llegar a San Marcos, hay una desviación hacia las comunidades de Monte Alto y Santo Domingo, en una distancia de 12 kilómetros de una carretera pavimentada y de ahí inicia una brecha de terracería que lleva a la playa El Dorado y la comunidad de El Amazquite.

Continúas tu recorrido en una brecha de terracería de otros 5 kilómetros hasta llegar a esta barra que une la laguna con el mar.

A esta playa no hay enramadas que ofrezcan alimentos o bebidas, pero es la preferida de un número importante de familias, que llegan en sus camionetas desde temprano, acompañados de agua, refrescos y comida para pasar el domingo de Resurrección.

La mayoría de familias trae sus tarrallas o jaiberos para pescar y pasar el día,.concluir la Semana Santa en la playa y la laguna, «es una tradición familiar venir un rato, pescar, relajarnos y concluir esta Semana Santa», relata don José, un campesino de la comunidad de El Amazquite, quien se trasladó a este lugar con sus dos nietas, su hija y su yerno.

En 4 horas llenaron de jaibas dos cubetas de 19 litros, «tenemos para comer varios días, paseamos, nos distraemos y terminamos de buena forma los días grandes», explica un señor que se dedica a la siembra de maíz, de la cría de vacas y cuya jornada de lunes a sábado inicia a las 6 de la mañana y concluye a las 6 de la tarde en esa localidad de la Costa Chica guerrerense.

Lo único que molesta a las familias que vienen a este paradisiaco lugar, es la falta de educación de algunas personas que vienen de visita y dejan tirada basura en la orilla de la laguna o frente al mar.

Acá es una zona de remanso, alejada de las centenares de familias que visitaron las playas de este municipio costachiquense, «ya nos hacía falta salir a pasear y olvidarnos un poco de esta pesadilla que es el coronavirus» dice don José quien se retira contento después de la buena pesca de jaibas de este domingo de Resurrección.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: ¡Contenido protegido!