Texto y fotografías: Staff

Tixtla, Gro. 31 octubre 2019.- Tres meses y medio después de haber iniciado el proceso de siembra y cosecha de la Flor de Terciopelo (Celosia Cristata), los campesinos de este valle no les queda que aceptar la imposición de precios por cada rollo que venden y que este año sus compradores han establecido en 50 pesos, lo cual no se les hace justo, por la inversión y el esfuerzo que hacen para producirla.


En este valle de Tixtla se calcula que hay cuando menos unos 600 campesinos que se dedican a la siembra y cosecha de flor de cempasúchil y de terciopelo, que venden al mejor postor desde este miércoles por la noche a comerciantes que vienen desde varias ciudades de la entidad.


En un predio de unos 250 metros cuadrados en los terrenos aledaños al barrio de El Santuario, don Rufino González Crispín nos cuenta que su familia siempre se ha dedicado a la agricultura, a sembrar flor de temporada en el festejo al Día de Muertos.


Descalzo y bajo el inclemente sol que cae sobre este valle, don Rufino vino a esta parcela que renta su familia para poder recolectar semillas de flor de terciopelo, pues a pesar de lo difícil que es dedicarse a esta actividad no se raja: «ahora trabajamos desde las 3 de la mañana, me vine a sacar un poco de semilla para sembrar el próximo año si Dios quiere».


Relata que para poder «tener algo para comer y sostener a la familia», inició a trabajar esta tierra a principios del mes de julio y para la última semana «iniciamos a tirar la semilla el 22 de julio, 25 días después hacemos el trasplante a cosales o melgas que son bases de tierra de un metro aproximadamente donde se planta la flor y se cuida hasta que culmina su crecimiento».


El campesinos nos muestra con sus manos que en este periodo «aplicamos fertilizante, fumigamos los cosales con insecticida porque le cae una plaga que le llaman trix, que es un piojillo blanco que daña la flor, se la come; también debemos de cuidar que no haya mucha agua porque la daña».


Cuenta que son tres meses y medio del proceso, «aquí sembramos 250 metros cuadrados, pagamos renta en este terreno, vendemos la flor en rollo que trae 25 a 30 flores depende de la flor como esté de grande; los compradores lo pagan en 50 pesos el rollo, dicen ellos que está bien pagado, nosotros que lo producimos decimos que no es lo justo, es mucho lo que se le invierte y es poco lo que nos quieren pagar».


Menciona que ahora viene la culminación del proceso «son 3 o 4 días los que tenemos para sacar la flor, para venderla; vienen camionetas y camiones a comprar a hacer trato, vendemos desde 50, 100, 200, hasta 500 rollos en camiones grandes», en jornadas que inician como este miércoles y jueves desde las 3 de la mañana hasta que acaben de vender su flor de terciopelo.


Resignado dice que el precio que han fijado los compradores, «sale para medio comer, para sostener a la familia un poco; nosotros queremos venderlo en 60 pesos pero no nos lo quieren pagar, nos dicen que no es mucha la ganancia, pero para nosotros, ellos llegan a vender el rollo hasta en 90 pesos o 100 pesos», finalizó.

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