Texto: Juan Blanco
Chilpancingo, Gro., 12 de junio de 2022. – El obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza aseguró que quienes están provocando la violencia en Chilpancingo no son «Los Ardillos» ni «Los Tlacos», sino una tercera célula criminal que era aliada de este último y que opera principalmente en la Sierra de este municipio de la región Centro de Guerrero.
Agregó que la responsabilidad de atender estos hechos no recae en el gobierno municipal que encabeza Norma Otilia Hernández Martínez, dado que la función de su policía sólo es la de la prevención del delito, sino en el del presidente Andrés Manuel López, y en el estado, en el de Evelyn Salgado Pineda.
En la última semana han sido asesinadas al menos nueve personas en la capital, entre ellas quienes se dedicaban a la distribución y comercio de pollos. Tan sólo ayer fueron acribillados cinco trabajadores en una granja avícola en el poblado de Petaquillas al sur de la ciudad.
Por esta situación, desde esta mañana se encuentran cerrados cuando menos 35 establecimientos de pollo en el mercado «Baltazar R. Leyva Mancilla» ubicado en la avenida Insurgentes y entre la colonia Caminos y el fraccionamiento Santa Rosa, al norte de la capital.
Entrevistado después de oficiar la misa dominical de la 1:00 de la tarde para conocer su opinión sobre los hechos de violencia, el obispo emérito dijo que la tregua de no agresión pactada entre las células criminales rivales de «Los Ardillos» y «Los Tlacos», no está rota.
Los primeros controlan los municipios de Tixtla, Chilapa, Quechultenango, Mochitlán, y comunidades del sur de Chilpancingo, mientras que los segundos tienen bajo su control la propia capital y los municipios de Eduardo Neri, Leonardo Bravo, Heliodoro Castillo e inclusive tienen gran presencia en la zona Norte, principalmente en Iguala, de acuerdo con las propias autoridades.
Sin embargo, el líder ecleasiastico sostuvo que hay una tercera célula criminal en Chilpancingo, y aunque no dijo su nombre, se sabe que el que la lidera es apodado como «El Jaleaco» que opera principalmente en la zona serrana del municipio.
De acuerdo con el obispo emerito, esta era una aliada de «Los Tlacos», la cual está detrás del incendio de unidades del transporte público de la ruta Petaquillas-Chilpancingo, así como del asesinato de los comerciantes, con el propósito, dijo, de desestabilizar la situación.
«Es otro equipo el que se quiere adueñar, y posiblemente este partido, éstos narcos, se le están saliendo de las manos a los de la Sierra», señaló, y a pregunta expresa insistió que se mantiene la tregua entre «Los Ardillos» y «Los Tlacos».
«A mí me consta que sigue habiendo tregua», dijo, y reveló que «yo hablé con uno de esos personajes y él habló con otro del otro lado. Entonces, quedaron que se iban a respetar», reveló.
Dijo que las autoridades de los tres niveles de gobierno saben quiénes están detrás de los hechos de violencia pero que en vez de ir por ellos, montan operativos policiacos en otras partes del municipio.
Dijo que la responsabilidad de atender la violencia no recae en el gobierno municipal que encabeza Norma Otilia Hernández Martínez, dado que la función de su policía sólo es la de la prevención del delito, sino en el del presidente Andrés Manuel López, y en el estado, en el de Evelyn Salgado Pineda.
Agregó que gran parte de estos hechos también recaen en el senador Félix Salgado Macedonio, puesto que fue él quien «puso» a mucha gente «incompetente» en la administración, sin embargo, confió en que se pacifique el panorama.