Texto: Jesús Saavedra
Fotografía: Archivo
Chilpancingo, Gro., 23 de junio de 2022.- El presidente del Consejo Interreligioso en Guerrero, Carlos Marx Barbosa Guzmán hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que no fomenten la impunidad en asesinatos, asaltos, extorsiones contra el sector religioso en nuestra entidad.
Barbosa Guzmán ofreció una conferencia de prensa como presidente de ese Consejo para condenar los asesinatos de los sacerdotes Jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, perpetrados en Cerocahui en la Sierra de Chihuahua.
Dijo que se trató de asesinatos “arteros, es una situación que nos conmociona porque Los Jesuitas son personas reconocidas por su actividad social, su único ilícito fue defender a una persona que estaba siendo víctima de un ataque y es una muestra de la impunidad con la que actúan los delincuentes; lo que exigimos es que haya justicia y se castigue a los responsables”.
Señaló que la impunidad que hay por los delitos que se cometen en contra de cualquier persona, han llevado al extremo de extender esa violencia hacia el sector religioso y contó que en Guerrero ha habido 7 asesinatos de líderes religiosos, los últimos dos ocurridos de dos sacerdotes en Taxco hace un año y otro en la Montaña de un misionero de las iglesia Presbiteriana, “y si nos referimos a esos dos casos, a la fecha no hay justicia y siguen impunes sus crímenes”.
Explicó que él forma parte de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y que han contabilizado en el Consejo Interreligioso de Guerrero “ataques, se han metido a robar a templos, se presentan denuncias y han minimizado el delito, lo han invisibilizado, les han dado trato indiscriminado”.
Señaló que les “preocupa que desde las instituciones gubernamentales implementen políticas de odio y no respeto a la vida, el estado tiene la obligación de defender la vida, la familia y la fe religiosa”.
Carlos Marx Barbosa sostuvo que hacen “eco del dolor de los dos sacerdotes Jesuitas, también nosotros hemos sentido a los ataques de la delincuencia y que han sido minimizadas, es un reclamo a las instituciones gubernamentales”.
Por ello exigió “que se acabe la política de odio contra el sector religioso, que haya castigo con todo el peso de la ley, no queremos que haya solo discursos”.
Sostuvo que en Guerrero “ya se rebasaron los límites, no se respeta nada, Montaña y la Sierra ha habido presión fuerte contra líderes religiosos, ha habido asaltos, extorsiones y las autoridades no hacen nada”.
Agregó que en el caso de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en el templo que tienen en el Centro de Chilpancingo se han metido a robar en dos ocasiones y en otro templo que tienen por el edificio del SNTE casi frente a la Fiscalía General del Estado (FGE) también “se han metido a robar, se hicieron las denuncias respectivas pero no pasa nada, no se castigan los crímenes, no se castigan los delitos y eso provoca que los delincuentes rebasen los límites y no respeten a nadie”, aseveró.