Texto: Jesús Saavedra

Chilpancingo, Gro., 14 de julio de 2022.- El Centro de Derechos Humanos de las Víctimas de la Violencia “Minerva Bello”, denunció que hay una campaña de hostigamiento y criminalización de su director, el sacerdote católico, José Filiberto Velázquez Florencio e hizo un llamado a parar esta “arremetida en su contra por su labor social”.

Este jueves al mediodía, Velázquez Florencio ofreció una conferencia de prensa en donde estuvo respaldado por Marta Obeso Cázares, viuda de Armando Chavarría Barrera; Yaser Martínez, del Centro Morelos de Chilapa y normalistas de Ayotzinapa, quienes se solidarizaron con el sacerdote católico.

Denunció que esa campaña de hostigamiento y criminalización se inició por su actividad pastoral, social y de defensa de los derechos humanos en la comunidad de San Jerónimo Palantla, municipio de Chilapa, donde denunció “se viven de manera cotidiana graves violaciones a los derechos humanos”.

Explicó que el pasado 27 de junio, respaldó una manifestación de habitantes de esa comunidad en el Parador del Marqués, para exigir la presentación con vida del transportista, José Abundio Bolaños Calvario desaparecido desde el 22 de mayo pasado, “fue una protesta sin violar la ley y donde se pedía la atención de la Fiscalía General del Estado para detener la violencia en la comunidad”.

Recordó que al siguiente día, el 28 de junio la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz en Guerrero emitió un comunicado donde informaron que se había presentado una denuncia de hechos para deslindar responsabilidades por bloqueos y daños a la propiedad privada.

Dijo que después de ese comunicado, el 13 de junio agentes de la Policía Ministerial hicieron presencia en el albergue de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa “preguntando por mi domicilio, mi teléfono y las señas particulares del vehículo que utilizo”.

Abundó que les pidió a los agentes un documento oficial para justificar su presencia y decidieron retirarse del lugar, “fue el primer aviso de esta campaña de hostigamiento”:

José Filiberto Velázquez dio a conocer que el lunes pasado acudió a San Jerónimo Palantla a una misa para recordar el asesinato de una habitante de esa localidad y que en el retén de militares y policías estatales antes de llegar a ese poblado se registró otro incidente.

Que los interceptaron y un soldado “abrió sin mi autorización la puerta del vehículo en el que viajaba, lo que consideré incorrecto y se lo hice saber, molesto me contestó que si no descendía él mismo me iba a bajar ‘estoy hasta la madre de gente ignorante’ y hubo agresiones verbales”, aseveró el sacerdote que consideró como “actos de criminalización judicial de los cuerpos de seguridad federal y estatal”.

Por ello demando “acciones prontas y expeditas para que haya justicia ante la gravedad de los hechos de violencia contra habitantes de San Jerónimo Palantla”.

Exigió el “cese al hostigamiento hacia mi persona, alto a la criminalización de los sacerdotes, no somos los responsables de la violencia, deben de buscar y perseguir a los verdaderos criminales”, añadió.

Informó que ha pedido ayuda a la Compañía de Jesuitas en el país, al Consejo del Episcopado en México (CEM) y al Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”.

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