Texto: Jesús Saavedra
Chilpancingo, Gro., 23 de agosto de 2022.- Familiares del normalista, Julio César Mondragón Fontes recriminaron a la Comisión para la Verdad y la Justicia en el caso Ayotzinapa, que se les haya dejado fuera de las conclusiones preliminares de este hecho sucedido el 26 de septiembre del 2014 en Iguala, cuando al estudiante fue torturado y desollado, sin que a la fecha haya avances sustanciales en este caso.
Este martes a través de un comunicado los familiares y el Colectivo “Somos los ojos y el rostro de Julio”, fijó una postura en torno al informe preliminar que rindió el pasado jueves el presidente de esa Comisión, Alejandro Encinas Rodríguez, “el informe nos ha generado nuevas interrogantes y no nos aclara a cabalidad quiénes son los responsables del asesinato de nuestro familiar, Julio Cesar Mondragón, ni por qué precisamente a él lo ejecutaron con la saña con la que lo hicieron” y consideraron que no hay un avance importante en las indagatorias.
Recriminaron que a ellos como familias de 3 normalistas asesinados en esos hechos, no sean convocados a la reunión de la Comisión y menos a los encuentros que tienen los padres de los 43 con el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Recordaron que el presidente se comprometió a investigar los hechos de Iguala, en tres apartados: “uno referido a los 43 desaparecidos, otro a los tres estudiantes asesinados y un tercero sobre el caso del joven normalista Aldo Gutiérrez, quien se encuentra desde entonces en estado vegetativo, así como las demás víctimas”.
También reprocharon que el Grupo Interdisciplinario de Expertos y Expertas Independientes (GIEI), “dejó fuera por completo el tema de nuestro familiar, Julio Cesar Mondragón Fontes, brutalmente torturado y desollado en vida”.
Criticaron que en el informe se sostenga que a Julio Cesar Mondragón lo mataron porque “era un objetivo prioritario de los Guerreros Unidos, y cuestionaron que aseveran que su familiar “desde que salió de la normal la tarde del 26 de septiembre de 2016, alguien lo había señalado y sus asesinos lo tenían identificado desde entonces” y que por ello deben de responder por qué esas afirmaciones.
Afirmaron que en el contingente de normalistas además del militar, Julio Cesar López Patolzin “la familia Mondragón, contamos con testimonios que indican que había por lo menos 23 alumnos infiltrados”.
Recordaron que Mondragón Fontes “como todos los alumnos de primer ingreso, tenía apenas un mes de haber llegado a la normal de Ayotzinapa y nunca antes había estado en esa zona de Iguala. Exigimos al Gobierno Federal, a las instancias correspondientes y a las instancias implicadas en las investigaciones que den respuesta a nuestras inquietudes”.
Aseveraron que la detención del ex Procurador, Jesús Murillo Karam “puede ser de alta utilidad en el caso de que aporte datos que esclarezcan la verdad que hasta hoy permanece oscura, de lo contrario resultará irrelevante y será solo un hecho mediático con fines políticos y no de justicia”.
Agregaron que Julio Cesar Mondragón “fue un estudiante inquieto y era apartidista. Tenía muy claro que la partidocracia es la lucha por el poder y que utiliza la demagogía como medio de control. Estaba en contra de que se lucrara en nombre de la lucha social y era enemigo de quien se dijera revolucionario y en la práctica mostrara ser lo contrario. Las convicciones políticas e ideológicas de Julio César incomodaban a algunos miembros de la cúpula estudiantil de Ayotzinapa, cuyos discursos de lucha y prácticas de poder solo buscaban su beneficio personal, como nosotros hemos podido documentar”.
Sostuvieron que tienen “derecho a conocer la verdad de lo que pasó, cuáles fueron las verdaderas causas de lo sucedido, hasta hoy omisas y a la reparación del daño. Pero sobre todo, no deseamos que ninguna otra familia sufra este tipo de crímenes, considerados como de lesa humanidad y que se garantice la no repetición de este tipo de cosas”.
En el escrito exigieron que se investigue al diputado federal de Morena, Manuel Vázquez Arellano, alias “Omar García, “El Eterno”, “El Abuelo” o “Jackie Chan” y a David Flores Maldonado, quien en septiembre de 2014 era secretario general de Ayotzinapa, “ellos dos representaban el poder político y estudiantil de la normal en esa época. A ellos, así como a todos sus allegados, señalados como infiltrados por la mayor parte de la comunidad estudiantil en ese 2014. Hoy, increíblemente, todos ellos han sido cobijados por la Comisión de la Verdad de Ayotzinapa, pese a la información que se tiene de cada uno de ellos”.