ATRÁS DE LA RAYA
Heliodoro Cerros Flores
Fotografía: Shutterstock
Chilpancingo, Gro., 18 de septiembre de 2022.- ¿Recuerda usted o le han platicado que a mediados del siglo pasado, hasta los años setentas u ochentas, se podía quitar la sed tomando agua directamente de la llave o de las fuentes habilitadas para ello sin que enfrentara algún malestar o alguna enfermedad por ello?
Parece de cuento, pero es verdad. ¿Pero, qué ha ocurrido para que el agua dulce de consumo humano ya no se pueda beber de manera directa desde los escurrimientos naturales del vital líquido?
Parece un tema trivial, que no tiene mayor importancia, pero la escasez del agua, no tan solo para el consumo humano, ya está generando severas crisis a nivel mundial y ya se empieza a tratar en los espacios públicos pero todavía con timidez, como no queriendo ensuciarse la imagen con este tipo de temas.
La contaminación, los cambios climatológicos, la deforestación, los incendios, el mal manejo y el abuso del uso del agua en las cuencas y los acuíferos, entre otros, han provocado la gran problemática que se empieza a enfrentar a nivel mundial por la falta del vital líquido.
Aquí, tenemos que aclarar que no es lo mismo el agua dulce de consumo humano que el agua potable. Quisiéramos creer que en los pueblos y comunidades alejadas de las zonas urbanas, consideradas como de “alta marginación”, todavía pueden consumir, o consumen, el agua dulce que transportan los ríos, que se concentran en los manantiales o en los pozos de agua habilitados para ello.
Es decir, quisiéramos creer que en las zonas marginadas del desarrollo urbano, la población todavía puede consumir el agua directamente de las llaves caseras, de los manantiales o de los depósitos construidos o habilitados expresamente para ello.
Ello, porque en las zonas urbanas, de “alto desarrollo”, usted no pelea por la dotación de agua dulce para consumo humano, usted ya se acostumbró, para usted ya es algo normal surtir su botellón de agua -se gasta sus pesitos como si fueran refrescos o frascos con levadura- sin chistar.
Pero vea usted, aquí viene el problema, si le falta el agua potable, el líquido que tiene un tratamiento químico a base de cloro, y por lo mismo, no es óptima para el consumo humano, recurre a su espíritu rebelde, se enoja y antes de convocar a una revolución, toma las calles –bloqueando la circulación vial de la ciudad- exigiéndole a la autoridad responsable que cumpla para dotarles del mismo.
Y bueno, el botellón de agua lo mantiene a usted hidratado y el agua potable le sirve para el excusado, para bañarse, para lavar la ropa, para regar su jardín, sus plantas, para darle agua de beber a sus mascotas –que no les da agua del botellón- y para mil usos.
Luego entonces, ¿no es necesario empezar a pedirle a la autoridad responsable que explique por qué no les dota de agua dulce para consumo humano –para ahorrar los miles de pesos por la compra de agua embotellada- y para que cumplan con su responsabilidad de dotarlos con oportunidad de agua potable?
Porque si la autoridad responsable no sabe y no aplica las medidas para resolver la problemática que se enfrenta –a nivel mundial- por la escasez de agua potable- solo significa que es una autoridad ocasional, que no enfrenta y resuelve las problemáticas reales que enfrenta la población.
Aquí, nomás para ilustrar, les comentamos algunos datos proporcionados por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), aclarando, que le daremos continuidad al tema, con el interés de que la ciudadanía, hasta donde los podamos alcanzar, cuente con información fidedigna sobre el asunto, que norme su criterio y se pronuncie sobre el tema.
Y para acabarla, a pesar de que organizaciones de periodistas independientes en los medios digitales como SERENDIPIA, que han hecho trabajos de investigación sobre la problemática de la escasez del agua, están siendo medios de comunicación internacionales como The New York Times quienes han hecho público el tema sobre la crisis que está enfrentando México por esta situación.
Con el anuncio de que iremos profundizando sobre el tema de la escasez del agua, y de que nos apegaremos a la información oficial proporcionada por la CONAGUA: se destaca que en México existen 653 acuíferos –formaciones geológicas que almacenas y permiten el paso del agua del subsuelo- “estas aguas pueden ser extraídas para después ser utilizadas”.
Sin embargo, en 2020 –de acuerdo a la actualización de la información más reciente-, se destacó que 275 de los 653 acuíferos (42 por ciento) ya no tienen disponibilidad de agua.
Aquí, de acuerdo a la información y a las cifras oficiales que dio a conocer la CONAGUA, en mes de julio, del presente año, ocho de las 32 entidades federativas de México “sufrían una sequía entre extrema y moderada, por lo que 1546 de las 2463 municipios del país enfrentaban la escasez del agua.
Y de acuerdo a la información de la CONAGUA, la ciudad de México (CDMX), es la entidad federativa con menos disponibilidad de agua en todo el país con un déficit de menos -507,23 hectómetros cúbicos. Para que se entienda la gravedad de la escasez del agua en la CDMX, un hectómetro cúbico es una unidad de medida que equivale a un millón de metros cúbicos de agua y está unidad es utilizada porque los volúmenes de los acuíferos son tan grandes que no se puede utilizar el litro como unidad de medida.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que en 2025 la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua, destacando que en México el 42 por ciento de los acuíferos y el 13.73 por ciento de las cuencas ya no tiene disponibilidad de agua y que las entidades del norte del país registran un estrés hídrico…Veremos.