Texto: Juan Blanco
Chilpancingo, Gro., 12 de octubre de 2022. – A ocho días de la masacre que dejó una cifra oficial de 20 personas muertas en San Miguel Totolapan, en la región de la Tierra Caliente de Guerrero, alrededor de 83 escuelas del nivel básico siguen cerradas y 3 mil 470 estudiantes están sin clases en el municipio, informó el titular de la Secretaría de Educación en el estado, Marcial Rodríguez Saldaña.
Hoy se cumple una semana de los ataques por parte de civiles armados al Ayuntamiento Municipal donde se encontraban laborando trabajadores; al autolavado, donde estaba el alcalde Conrado Mendoza Almeda, su papá, el también ex alcalde Juan Mendoza, y el equipo del primero; y a la vivienda de éste último.
La tarde de ese día se hablaba de una cifra no oficial de 10 víctimas mortales. Conforme pasaban las horas la información aún era incierta, pero ya casi en la noche el Partido de la Revolución Democrática de Guerrero confirmó por lo menos la muerte del primer edil y de su papá, pero adelantó que la información que tenían es de que había más asesinados.
Ya en la noche, el gobierno del estado y la Fiscalía General del Estado informaron que el número de muertos ascendía a 18. Entre ellos, precisó, se encontraban además del munícipe y su papá, Gustavo Salazar, cuñado del primero, con ciudadanía estadounidense; Fredi Martínez Suazo, director de Seguridad Pública de San Miguel; Roberto Mata Marcial, consejero del presidente municipal; Génesis Araujo Marcos, administrador de la Jurisdicción Sanitaria 01 de Tlapehuala.
También, Samuel García y José Antolín Calvo Caballero, integrantes de la seguridad personal del presidente municipal; y Javier Domínguez y su hijo del mismo nombre, éstos últimos propietarios del autolavado.
La misma noche, en una publicación en sus redes sociales, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda lamentó y condenó los sucesos y aseguró que no habría impunidad; además informó que las autoridades de justicia ya se encontraban en la escena realizando las primeras investigaciones.
Al siguiente día -jueves 6- el subsecretario de Seguridad Pública del Gobierno Federal, Ricardo Mejía Berdeja informó durante la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, que la cifra era de 20 muertos, y que esto era derivado de una pugna por el control de la zona entre los grupos delincuenciales de «Los Tequileros» y la «Familia Michoacana».
El mismo día, durante una cobertura realizada en el lugar, los habitantes narraron que al menos 300 sujetos armados irrumpieron en la cabecera municipal. Aseguraron que los ataques duraron por lo menos media hora y contaron alrededor de 23 víctimas mortales.
Ese mismo día familiares comenzaron a sepultar a sus muertos. También se observaron establecimientos de diversos giros comerciales cerrados, el transporte público local y las clases suspendidas; las calles y mercados estaban casi vacíos.
Casi al instante de los hechos, se buscó y llamó por teléfono a los secretarios de Seguridad, Salud y Educación, Evelio Méndez Gómez, Aidé Ibarez Castro y Marcial Rodríguez Saldaña, para que dieran cada uno una postura de la situación en su materia, pero nadie respondió.
Fue hasta hoy -ocho días después- que aceptó la llamada el encargado de Educación, quien brevemente informó que las actividades escolares continúan suspendidas en el municipio, de modo que 83 escuelas del nivel básico siguen cerradas y 3 mil 470 alumnos están sin clases.
Indicó que «nosotros estamos en consulta permanente con directivos, con docentes y padres de familia. Estamos platicando con ellos para ir tomando decisiones».
Agregó que más allá de estas reuniones, «lo principal es salvaguardar la integridad física de los alumnos», y sobre si ya hay una fecha para un posible regreso a clases, respondió: «No me gusta especular».
A ocho días, «Los Tequileros» y «La Familia Michoacana» se han acusado mutuamente a través de videos en redes sociales de cometer la masacre, pero hasta el momento ninguna persona ha sido detenida a pesar de que la gobernadora prometió que no habría impunidad.