Texto y fotografías: Luis Daniel Nava
Chilapa, Gro., 21 de diciembre de 2022.- Pobladores y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) restauraron un centro ceremonial prehispánico que permaneció olvidado por 10 años.
Se trata del Topiltepetl (cerro guardián), uno de los tres cerros más importantes alrededor de la comunidad nahua de Atzacoaloya.
La cúspide del Topiltepetl ha sido históricamente un lugar ceremonial para la petición de lluvia y agradecimiento a la cosecha por parte de la población. Así como para el pedimento de salud, vida y hasta dinero. Es considerado un sitio sagrado.
Se ubica detrás de los dos templos católicos de la población y para llegar a la punta del cerro se tiene que caminar y escalar por alrededor de una hora.
En el sitio la elevación es de más de mil 800 metros sobre el nivel del mar.
De acuerdo a pobladores, este es un lugar sagrado donde se le ofrenda a la tierra y a la cruz cristiana con flores, comida, mezcal y velas.
La preservación y rehabilitación del Topiltepetl es parte de un proyecto que pobladores de Atzacoaloya gestionaron ante el Centro Coordinador de los Pueblos Indígenas (CCPI) del INPI con sede en Chilapa.
En la preservación se construyó un altar y el cercado del templo, pavimentación de una entrada y la construcción de un pequeño mirador.
El cierre oficial del proyecto se realizó el mediodía de este martes 20. Acudió la directora del CCPI, Esperanza Ignacio Matías, el Comité del proyecto, autoridades comunitarias y pobladores.
Ahí se realizó una ceremonia, con una ofrenda, para pedir por el bienestar del pueblo y visitantes, además de que se ofreció un caldo de pollo.
Amenizó la banda Hernández, que hace cinco años también fue beneficiaria de instrumentos musicales por parte de la misma dependencia federal.