Texto: Jesús Saavedra
fotografía: Eric Chavelas
San Luis Acatlán, Gro. 03 de febrero de 2023.- La existencia de bitácoras de vuelo y testimonios de ex pilotos de la Fuerza Armada de México que en la década de los 70 hubo “vuelos de la muerte”, donde se llevaban a insurgentes para lanzarlos desde aeronaves al mar, es un reconocimiento explícito que el gobierno mexicano aplicó una estrategia de contrainsurgencia desde Guerrero.
Así lo afirmó el integrante de la Comisión de la Verdad, Abel Barrera Hernández luego que la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) informó que ha recuperado bitácoras de vuelo y testimonios de pilotos, que establecen operaciones en Guerrero en la década de los 70 y que pudiesen ser parte de una estrategia de los llamados “vuelos de la muerte”.
Esos “vuelos de la muerte” se trataría de una estrategia militar para lanzar desde aeronaves a militantes de grupos armados, opositores o sospechosos de ser integrantes de un movimiento subversivo en Guerrero en la década de los 70.
Barrera Hernández, señaló que había información de esos “vuelos de la muerte” y que ahora con esa investigación de la CNB “se tiene de manera fundada y oficial se tiene este conocimiento, que se está profundizando”.
Informó que a través de la UNAM, se busca profundizar en este tema de los “vuelos de la muerte” para que especialistas realicen investigaciones “si hay vestigios en esta parte de lo que fue la zona donde se tiene información de donde se llevaban o tiraban los cuerpos, ahora se hará un trabajo importante para saber qué se puede recuperar”.
Dijo que hay un avance en esa información que se está recabando y que puedan abrirse archivos para saber “cómo se programaban esos vuelos (en las bitácoras), con qué fin se hacían, a veces trasladaban gente, traían gente o se aventaba a la gente”.
Abel Barrera aceptó que la mayoría de los testimonios de las familias víctimas de la guerra sucia han señalado que esa práctica de lanzarlos desde aeronaves en vuelo y que eran elementos de la Marina, “en planes de contrainsurgencia donde no era solo tener centros de detención clandestina, también tener a personas desaparecidas como en Campo Militar 1, sino también cómo autoridades castrenses fueron utilizadas para desaparecer, para investigar”.
Sostuvo que lo que encontraron en la CNB, “es un reconocimiento explícito a estas estrategias de contrainsurgencia que son parte de la memoria cruente que vivimos y que hay que documentar con mayor detalle y precisión” y afirmó que en Guerrero se tiene conocimiento que fue el “laboratorio de la contrainsurgencia”.