Texto y fotografías: Luis Daniel Nava
Chilapa, Gro. 08 diciembre 2019.- Las mujeres están siendo utilizadas en el negocio de las drogas sintéticas en la capital, alertó el obispo Salvador Rangel.
Y se solidarizó con el alcalde de Zirandaro y su población para pedir paz y seguridad para el municipio así como para pedir a la Guardia Nacional que metan disciplina y no solo la ande cacaraqueando el gobierno federal.
El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, fue consultado esta tarde en la catedral de Chilapa.
Alertó que las mujeres están siendo utilizadas por las bandas del crimen organizado para participar en el negocio de las drogas sintéticas.
Insistió que la violencia generada en la capital es producto de la introducción y comercialización de drogas en la población sintéticas como la china white y el fentanilo.
Consideró que el asesinato de dos mujeres en el mercado de Chilpancingo, el jueves, podría tener relación con la lucha por este negocio de la venta de droga.
De la situación que se vive en la región de la Tierra Caliente mandó un mensaje de solidaridad al alcalde de Zirándaro, Gregorio Portillo, y los asistentes a la marcha de 2 mil personas realizada el viernes para exigir paz y seguridad en el municipio.
“Queremos paz y concordia en estos tiempos navideños, respetemos la belleza de la vida, la dignidad humana y dejemos vivir a los demás”, expresó y pidió a los gobiernos federal y estatal su intervención, y a la Guardia Nacional meter disciplina a favor de la comunidad.
“Hemos pedido para Chilapa, Chilpancingo y otras ciudades que haya paz y tranquilidad, no es justo que estemos bailando la música que tocan las personas del crimen”, señaló.