Hay encubrimiento y omisión por parte de la maestra Adriana Catarino Sánchez, y de la directora del plantel Nancy Cabañas Villanueva, aseguran los padres
Texto Bernardo Torres Morales
Chilpancingo, 8 de diciembre de 2023.- Padre y madre de un niño de seis años denunciaron que su hijo fue víctima de abuso y acoso sexual en la escuela primaria «Daniel Delgadillo», ubicada en el poblado de Palo Blanco, perteneciente a este municipio de Chilpancingo.
Raúl Ibáñez Cogua e Ilse Manzanares Castro acusaron además que hay encubrimiento y omisión por parte de la maestra del niño afectado, Adriana Catarino Sánchez, y de la directora del plantel Nancy Cabañas Villanueva.
En conferencia de prensa expusieron que «durante un mes y medio hemos hablado con la maestra, le hemos hecho observaciones de cómo ha sido tratado nuestro hijo, desde un acoso constante de otro menor de edad hacia él y semana tras semana se ha mencionado y lo único que hacen es tomarlo como un juego de niños».
Explicaron que el caso más reciente de acoso y agresión se dio este miércoles cuando su hijo se encontraba en el baño haciendo sus necesidades fisiológicas y el otro menor (de edad) entró, cerró la puerta con seguro, y comenzó a orinarlo; fue «un acto cobarde y despreciable que las maestras lo toman como un juego de niño», dijo la madre.
Por esa situación, los padres del niño interpusieron una denuncia ante Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales y Violencia Familiar, dependiente de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Ilse Manzanares aseguró que no es la única vez que el menor de edad acosa y hace bullying a su hijo, pues en otras ocasiones le ha aventado piedras y le ha tirado sus útiles al suelo y pese a eso, las maestras siguen insistiendo que es un «juego de niños».
Indicó que le pidieron a la directora un cambio de salón para su hijo y así evitar que lo sigan acosando, pero la maestra se ha negado argumentando que ya no hay grupos para hacer el cambio.
El padre del menor, Raúl Ibáñez, señaló que la conducta del menor de edad agresor se debe a la educación que recibe en su casa, ya que no cuenta con un papá ni mamá, pues fue adoptado por una persona que se la pasa ingiriendo bebidas alcohólicas y se droga.
La situación ha provocado cambios en su comportamiento y que el infante ya no quiera acudir a la escuela, «pues no deja de mencionar a su agresor como si fuera un fantasma que lo atormenta», indicó.