Reporteros reflexionan en torno al acontecer cotidiano durante la presentación del libro“Travesía”, que relata los hechos el 13 de mayo del 2017 cuando reporteros fueron interceptados por maleantes
Texto Jesús Saavedra
Chilpancingo, 13 de mayo de 2024.- Periodistas de Guerrero advirtieron que los grupos del crimen organizado se han convertido en un peligro para el ejercicio periodístico en nuestra entidad, pues sus intereses han sobrepasado el aspecto económico y han llegado a extender su influencia en lo político.
Este lunes el fotoperiodista, Jair Cabrera Torres presentó su libro “Travesía” que fue editado y publicado por la Universidad de Baja California y explicó que el 13 de mayo del 2017 acudieron con otros siete compañeros a una cobertura informativa a la región de Tierra Caliente.
A su retorno en el tramo Arcelia-Teloloapan fueron detenidos ilegalmente por un grupo de la Familia Michoacana, quienes les quitaron por la fuerza sus equipos de trabajo (cámaras de video, de fotografía, memorias, computadoras) y de una camioneta en la que viajaban.
Se trata de los periodistas Jair Cabrera, Sergio Ocampo, Jorge Martínez, Ángel Galeana, Alejandro Ortiz, Pablo Pérez y Hans
Cabrera Torres explicó que a raíz de ese hecho pudo ir a Barcelona, España con una beca para periodistas en riesgo y posteriormente se fue a la zona en guerra de Afganistán, a Nepal y Ucrania.
Jair Cabrera señaló que “Guerrero me dio una lección de vida el 13 de mayo del 2017, hay una parte de mi alma en Chilpancingo, en este estado y en este gremio, estas tierras son muy queridas para mí y nuestra familia, este libro se hizo gracias al apoyo de la Universidad de Baja California a través de su Editorial en donde lo imprimieron, es una memoria visual de los tiempos que vivimos, de las historias que he retratado, para mí era muy importante”.
Explicó que lleva 18 años como fotoperiodista, “este libro es una recopilación de 15 años de mi trabajo, durante 10 años la vida me ha puesto frente a cientos de historias, vengo de un barrio popular la Unidad Ermita Zaragoza, de Iztapalapa, he aprendido que portar una cámara implica una gran responsabilidad para que las historias de alegría o injusticia lleguen a la luz, me ha llevado a poner en riesgo mi persona y la de mi familia”.
Agregó que “Guerrero ha sido sumamente importante en mi vida, me daba miedo regresar a Ciudad de México, dos días después lo hice y me reencontré con mi madre y dio un grito de esperanza que es especial para mí”.
Cabrera Torres expresó que «mi cámara, mi corazón y mi alma está al servicio de la gente, agradezco todo lo que me han enseñado, me han abrazado y son una gran escuela para enfrentar la vida, mientras siga habiendo periodistas seguiremos contando la vida de este país”.
El dirigente de la delegación XVII del SNRP, Abel Miranda Ayala, recordó que el 3 de mayo se conmemoró el día internacional de la Prensa y este lunes se cumplieron siete años de que siete reporteros fueron privados de su libertad y despojados de su equipo de trabajo y una camioneta en la que viajaban desde Tierra Caliente hacia Chilpancingo.
Recordó que en los últimos meses han sido asesinados en Guerrero los reporteros Fredid Román, Alfredo Cardoso, Nelson Matus y Gerardo Torres “en Guerrero cada día es más complicado ejercer el periodismo, operan carteles con el amparo de grupos de poder gubernamentales que han afectado el ejercicio de la libre expresión”.
Como comentarista el periodista, Sergio Ocampo Arista señaló que “el papel del periodista es decir la verdad, aunque incomode a quien sea; cuando un periodista calla la verdad, calla la historia de un pueblo”.
También el periodista Zacarías Cervantes comentó este libro y señaló que en Guerrero se sigue haciendo periodismo en zonas de alto riesgo “esa noche se cimbró el periodismo en Chilpancingo, preocupados por lo que les estuviese pasando, fueron minutos los que los retuvieron y asaltaron”.
Recordó que afortunadamente respetaron su integridad física, pero que los despojaron de una camioneta y su equipo de trabajo, “ese tipo de situaciones que les pasó son las que enfrentan todos los días coberturas de alto riesgo; Artículo 19 señala que Guerrero ocupa el segundo lugar con mayor riesgo letal contra periodistas”.
“Es riesgoso, temerario que personeros del gobierno desde su sitio de confort señalen a compañeros de estar vinculados con uno o con otro grupo criminal, cuando lo único que hacen es a documentar la tragedia humana que está provocando el crimen organizado. Digo temerario, porque esas aseveraciones pueden ser utilizadas por grupos de poder para que atenten contra sus personas”, añadió.