La cantante oaxaqueña se hizo acompañar de un ballet que lució trajes típicos de las danzas de Guerrero en un abarrotado auditorio estatal; los asistentes la escucharon casi dos horas
Texto Luis Daniel Nava
Chilpancingo, 8 de junio de 2024.- En su tercer intento, la cantante oaxaqueña Lila Downs por fin pudo cantar en la capital de la entidad; se presentó la noche de este viernes ante un repleto auditorio Sentimientos de la Nación.
Lo hizo acompañada de un ballet que portó una variedad de trajes típicos de las distintas regiones de Guerrero y con personajes de danzas como un tigre, un tlacololeros, minga la loca y otros similares.
El concierto ya se había pospuesto en dos ocasiones por el paso del huracán Otis en octubre de 2023 y por el asesinato del estudiante de la Normal de Ayotzinapa, Yanqui Kothan Gómez, en marzo pasado.
Fue llamado «concierto con causa» patrocinado por el gobierno del estado, a través de la Secretaría de Cultura.
Desde las 5 de la tarde se empezaron a formar las filas afuera del recinto. Fue una pasarela de trajes, rebozos, blusas, botas, huaraches y huipiles típicos de las distintas regiones de la entidad.
Adultos mayores, adultos, adolescentes y niños de Chilpancingo y municipios vecinos esperaron paciente ingresar al Sentimientos de la Nación en una tarde templada. Los boletos, dijeron los organizadores, se agotaron un día antes.
Adentro ya estaba la madre de la gobernadora Evelyn Salgado, María de Jesús Pineda; la secretaria general de Gobierno, Anacleta López Vega; la secretaria de Salud, Aidé Ibarez Castro, entre otros funcionarios, trabajadores y familiares de estos, así como cientos de seguidores de la artista.
A las 7 con 17 minutos de la noche el escenario y siete pantallas se iluminaron para que los acordes de un violín dieran paso al Son de chile frito, compuesto por la propia Lila que evoca a la Costa Chica, Pinotepa Nacional y Chilapa.
Dos parejas de danzantes con el traje regional de la Costa Chica guerrerense hicieron la coreografía. El auditorio la recibió con gritos, aplausos y muchas flores que le llevaron al pie del teatro.
La “Reina mixteca” lució un vestido tipo tutú con flores de colores bordadas al estilo Xochistlahuaca. En la parte trasera del vestido colgaban listones color perla. Dos largas trenzas le colgaban enfrente y un collar artesanal rojo.
Se terció un rebozo gris con detalles negros y portó unas botas largas y picudas plateadas.
Deleitó al público con canciones propias y covers como La tortolita de Tierra Caliente, La San Marqueña, Dos Corazones, La Cigarra, Ni maíz, Canción Mandingo y El último trago.
También interpretó la canción de protesta La Patria Madrina en la que hace referencia a Simón Bolívar, José Martí, Vicente Guerrero así como a los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa en 2014. “¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos!”, dice una de las estrofas.
Los momentos estelares fueron al interpretar la Cumbia del Mole, su éxito Cariñito y Mezcalito.
En la canción Zapata se queda su ballet folclórico portó el vestido regional de San Jerónimo Palantla y Tepozonalco del municipio de Chilapa. En el hombro las mujeres cargaron ollas decoradas en Xalitla.
Al interpretar Mezcalito aparecieron personajes de danzas tradicionales de Guerrero, algunos con vestidos tradicionales.
También apareció una chica portando el traje elaborado por artesanas de Acatlán, comunidad de la Montaña baja.
La titular de la Secretaría de Cultura del gobierno de Guerrero, Aída Melina Martínez Rebolledo, entregó un reconocimiento a la cantautora. Dijo que Lila Downs hace engrandecer el corazón de orgullo por ser latinoamericanos, mexicanos y guerrerenses.
“Le vamos a dar las gracias por una razón: es la artista del folclor mexicano regional y del latinoamericano. En sus letras ha dicho el nombre de Guerrero”, dijo.
Expresó que, a nombre de la primera mujer en gobernar el estado, Evelyn Salgado, que no acudió, le dio el reconocimiento y le regaló una blusa elaborado en la comunidad nahua de Tepozonalco, una cajita de Olinalá y una máscara de jaguar bañada de plata elaborada en Taxco.
El recital concluyó a las 8:55 de la noche. La artista no pronunció ningún discurso a la situación de violencia y de conflictos sociales que vive el estado y anticipó que no daría entrevistas.