Es originario de Tlapa y director de la orquesta de cuerdas y del festival de guitarra Mekahuehuetl; ganó financiamiento de su proyecto por el Sistema de Creación de Músicos Tradicionales Mexicanos

Texto Luis Daniel Nava

Chilpancingo, 8 de julio de 2024.- Jalil Mosso Castrejón inició el rescate de la música de las culturas Me’ phááá, Nahua y Na Savi. Busca adaptar la música tradicional de festividades, funerales y rituales, que se está perdiendo, a la guitarra de concierto.

Otro propósito es crear un audiolibro con referencias históricas, estilos y partituras, que sería parte del acervo cultural de la región. «En Guerrero hay miles de formas de hacer sones y chilenas, y las de la Montaña son las que menos difusión tienen”, recalcó.

La creación de ese audiolibro es parte del proyecto Xoxto (La piel del territorio), que fue seleccionado por el Sistema de Creación de Músicos Tradicionales Mexicanos de la Secretaría de Cultura del gobierno federal para ser apoyado con financiamiento. El proyecto inicia en enero de 2024 y concluye en enero de 2025.

Jalil Mosso es un concertista especializado en música mexicana originario de Tlapa de Comonfort. Es director de la orquesta de cuerdas y del festival de guitarra Mekahuehuetl, que se realizó en ese municipio de la región Montaña; su obra ha sido reconocida a nivel estatal e internacional.

En entrevista dijo que en la primera parte de la beca ha desarrollado una investigación acerca de los orígenes de la música tradicional, sus exponentes y por qué se ha dejado de tocar en las bodas, funerales y rituales.

Comentó que le llamó la atención el hecho de que la música mexicana no tiene tanto peso en el circuito de la guitarra.

“¿Por qué la música tradicional de la montaña no se ha puesto en otros espacios, si es la que escuchábamos en fiestas patronales, rituales, pedimentos de novia?”.

El músico comentó que en su investigación y trayectoria de vida como escucha de música de su pueblo y región ha detectado que la falta de empleo ha provocado que muchos músicos opten por tocar en bandas de viento o conjuntos, olvidando la música tradicional porque ya casi nadie la escucha ni la pide.

“¿Por qué no se ha difundido tanto la música de la Montaña? Se debe a las condiciones sociales y económicas de la región. Son cada vez menos los músicos que tocan música propia, ya no tocan música de la región, ya no hay músicos pedidores de lluvia, para celebración de alguna boda o algún funeral”, lamenta.

Los que actualmente predominan, afirma, son las bandas de música viento con un estilo de Sinaloa. “Cada vez es menos la presencia de la música tradicional y de los músicos que se dediquen a tocarla”, enfatizó.

Fotografía Colectivo Ojo de la Montaña.

Jalil Mosso explicó que la primera parte de su proyecto “La piel del territorio” que busca la preservación de la música de la cultura nahua, na savi y me phaa, consiste en una labor de investigación a los archivos, a la música que ha escuchado a lo largo de su vida y antes de ella.

“Se está haciendo un registro sonoro y un audio libro para tener referencias musicales, de estilos o de una partitura. La idea es ir explicando de qué se trata cada canción, si es para fiesta, difunto o para pedir lluvia y que fondo tiene cada melodía”, comentó.

Entre las sorpresas que ha encontrado en su investigación, dijo, es la obra del músico Aristeo Cantú, mejor conocido como Tata Cheo.

“Fue un músico que tenía una forma muy peculiar, en el sentido original, y muy distinta de cantar la música me´ phaa. “Ahora las bandas de viento hacen otra melodía, por ejemplo la de Malinaltepec. Las bandas actuales tienen un estilo bien marcado, pero cuando escuchas a Tata Cheo te cambia una forma de escuchar la canción”, resalta.

El artista Aristeo Cantú murió hace un mes en su tierra. Jalil Mosso consideró que la obra de Cantú, como la de muchos cantautores de su época, son otras formas ya olvidadas en la melodía.

“Muy sutiles, que nos marcan otra época de la música y de cómo se ejecutaba y escuchaba la música. Tata Cheo es de las influencias más grandes de los músicos de la región y que nos dejó la tarea de difundir la música de la cultura Me phaa”.

Cántico a la naturaleza

En su investigación, Jalil Mosso dijo que la música tradicional recurre mucho a la música a la onomatopeya de los animales o la vinculación de la música con los animales.

“En la zona na savi le cantan al grillos, a las aves. En la cultura tlapaneca hay una danza llamada ‘Los tlaminques’, donde los niños bailan con máscaras de animales endémicos para la petición de lluvias, para que todos puedan comer”, refiere.

“Hay música de cada animal; del tlacoache, del tejón, que con el paso del tiempo se deja de tocar, de enseñar, de aprender y se va perdiendo esa música. Ahora solo queda el recuerdo, ya no se sabe nadie esa melodía”.

El reconocido músico aseguró que el desuso de la música tradicional también tiene que ver con el racismo, la pobreza y la violencia.

Machacó: «Muchas personas han hecho creer que las culturas, las danzas y la poesía que se genera en un pueblo no tiene el mismo valor que la que se hace en un lugar privilegiado, donde viene el arte como en Europa y se adopta esta forma de pensamiento”.

Mosso Castrejón recuerda que este desuso gradual de la música tradicional inició alrededor de unos 25 años en la región.

“Antes en Tlapa, la fiesta patronal se veía llena de danzas, sonidos de música tradicional muy arraigadas”, recuerda con pesar.

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