Es una enfermedad de lento crecimiento, que da oportunidad a su detección temprana con pruebas de Papanicolaou y colposcopías para buscar alteraciones malignas en el cuello uterino
COMUNICADO DE PRENSA
Acapulco, 9 de agosto de 2024.- Para brindar un diagnóstico oportuno que permita el tratamiento correcto a la mujer, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Guerrero realiza pruebas de Papanicolaou o colposcopia para la detección de alteraciones malignas en el cuello uterino.
La jefa del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General Regional (HGR) No. 1 “Vicente Guerrero”, doctora Deyanira Díaz Hernández, llamó a las mujeres mayores de 25 años o que iniciaron una vida sexual activa, que acudan a la unidad médica de su adscripción a recibir información sobre el tema.
En el marco del Día Nacional de la Lucha contra el Cáncer Cervicouterino, este 9 de agosto, la médica del IMSS explicó los factores de riesgo para identificar a una paciente: inicio de vida sexual activa antes de los 18 años, múltiples parejas sexuales, consumo de tabaco, desnutrición, enfermedades de transmisión sexual, obesidad, sedentarismo o ser portadora de VPH.
La prueba Papanicolaou consiste en la introducción de un espejo vaginal que permite ver el cuello de la matriz y tomar una muestra de células, las cuales son analizadas para identificar si son normales o presentan alguna alteración.
En caso de detectar pequeñas anomalías o inconsistencias, la paciente es referida a un Segundo Nivel de Atención, donde se le realizará una colposcopia, para una identificación más exacta de estas y, en caso de ser necesario, recibir la atención médica adecuada, informó la doctora Díaz Hernández.
Detalló que la enfermedad es de lento crecimiento, por lo que la prevención es fundamental para detectarlo y atacarlo a tiempo. Recomendó realizarse el estudio a las pacientes que ya comenzaron su vida sexual, ya sea menor de edad, o a partir de los 21 años.
También a las pacientes inmunocomprometidas, es decir, que tengan VIH SIDA; con alguna enfermedad crónico-degenerativa; alguna inmunosupresión como leucemia, así como pacientes arriba de los 25 años, que aún no hayan tenido relaciones sexuales.
El estudio debe realizarse cada 12 meses, durante dos años consecutivos, todas las mujeres que hayan iniciado su vida sexual; y si los resultados son negativos, se repetirá cada tres años en caso de no haber factores de riesgo, hasta los 64 años.
La doctora Díaz Hernández reiteró que el objetivo de esta prueba consiste en encontrar de manera oportuna los cambios de las células del cuello uterino que son precursoras del cáncer, con lo que se asegura mayor efectividad de los tratamientos.