Los más afectados son El Santuario, Santa Cecilia (Cantarranas), San Antonio, Campo Santo, así como las colonias Unidad Deportiva y El Calvario, donde hay por lo menos 3 mil viviendas inundadas

Texto Bernardo Torres Morales

Tixtla, 6 de octubre de 2024.- A dos semanas del impacto del huracán John en Guerrero, al menos cuatro barrios y dos colonias de la Ciudad de Tixtla aún se encuentra bajo el agua por la inundación que provocó la Laguna.

Los barrios más afectados son El Santuario, Santa Cecilia (Cantarranas), San Antonio, Campo Santo, así como las colonias Unidad Deportiva y El Calvario, donde hay por lo menos tres mil viviendas inundadas, en afectación de unas cinco mil familias.

En cada calle, los damnificados han instalado campamentos para vigilar que desconocidos ingresen y saqueen lo poco que se salvó de la inundación, donde además recaban la información para acceder a los apoyos sociales.

En el agua anegada ha empezado a proliferar alga y lirio acuático, el agua es turbia por la acumulación de drenaje, hay animales muertos, como perros, gallinas y anfibios que suele haber dentro de la laguna.

Urgieron al Gobierno del Estado a que agilicen el desfogue de la laguna con el uso de bombas, como se hizo en 2013, con los fenómenos meteorológicos Ingrid y Manuel.

Todos los días las personas tienen que ingresar a sus hogares caminando en el agua sucia para acudir a sacar ropa, medicinas u otros objetos que se encuentran en las partes altas de sus domicilios.

Algunos usan oberoles, botas jardineras, algunos solo bolsas de plástico para protegerse del agua, pues el municipio sólo los está auxiliando con una lancha, que resulta insuficiente.

En cuatro días de bombeo de agua por parte de la Comisión de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento del Estado de Guerrero (CAPASEG) el nivel del agua apenas ha disminuido un 20 por ciento, este día incorporaron dos bombas más.

Llamaron a las autoridades de diferentes áreas a que haya comprensión hacia los trabajadores de Tixtla, entre ellos el sector magisterial, a quienes convocaron a reanudar clases este lunes, siendo que sus domicilios se encuentran inundados.


La proliferación de la planta acuática lirio o pato impide el funcionamiento de los resumideros, lo que implica una lenta disminución del nivel del agua, en ocho días apenas ha bajado 20 centímetros.

La inundación ha provocado la muerte de mascotas que sus dueños dejaron abandonadas y ahora flotan en el agua, además que de animales venenosos como víboras que se han internado en la mancha urbana.

De acuerdo con los vecinos la situación es grave, pues no tarda en que aparezcan enfermedades, infecciones en la piel o brotes de dengue, por lo que urge atención de los tres niveles de gobierno.

Se perdieron cultivos y campos de flores

Además de los daños en las viviendas, pérdidas de enseres, muebles y aparatos electrodomésticos, otra de las grandes pérdidas es el sector del campo, donde se perdieron los cultivos de hortalizas, maíz y flores.

Las pérdidas por el huracán John,son apenas menores a lo perdido durante el paso de la tormenta tropical Manuel y el huracán Ingrid en septiembre de 2013, hace 11 años.

Aún no hay una cuantificación, todo lo que estaba sembrado en las partes bajas cerca de la laguna, nada sobrevivió, relatan los pobladores.

Tixtla es una ciudad donde aún la agricultura es de las principales actividades, el golpe a la economía será muy fuerte prevén los pobladores, puesto que todos los productos del campo encarecerán.

El profesor Jesús también se dedica a la agricultura perdió por lo menos dos hectáreas de diferentes cultivos, maíz para elote, flores y hortalizas, donde tenía diferentes verduras.

Hasta ahora solo en el proceso de preparación del terreno y siembra llevaba una inversión de alrededor de 40 mil pesos, pero todo quedó por lo menos dos metros bajo el agua.

Señala que venía la mejor temporada para quienes se dedican a la siembra y venta de flores y verduras, que son los días de «Todos Santos» y Día de Muertos, cuando se dispara la economía en esta ciudad.

En su casa perdió sala y jugueteros entre otros muebles, pero señala que eso es lo de menos, porque no hubo pérdidas humanas; con el paso del tiempo lo material se recuperará.

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