Texto y fotografía: Juan Blanco
Chilpancingo, Gro., 17 de febrero de 2020. – El reciente desalojo violento de familiares de los 43 y de alumnos de la Escuela Normal «Raúl Isidro Burgos» de Ayotzinapa por parte del gobierno estatal de Chiapas, paraliza el proceso de búsqueda de los jóvenes desaparecidos, externó el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña (CDHM) Tlachinollan, Abel Barrera Hernández.
«Esto estanca el proceso que se está impulsando a nivel nacional de dar con el paradero de los estudiantes y pues realmente de saber la verdad», precisó el defensor de derechos humanos, quien fue entrevistado este lunes, en esta ciudad.
Agregó también que las acciones de la Policía Estatal Antimotín de Chiapas generan un repliegue automático del movimiento y hace que crezca la incertidumbre entre quienes lo conforman, «porque es lamentable que los gobiernos estatales no estén contribuyendo para impulsar conjuntamente esta exigencia de verdad y justicia».
El activista dijo que la forma en la que actuaron los elementos, pone en una situación de extremo peligro a los manifestantes, en este caso a los familiares de los chicos desaparecidos y sus compañeros normalistas.
Por lo anterior, Barrera Hernández exigió a las autoridades de justicia investigar y castigar a los agentes que efectuaron este desalojo, que dejó como saldo cuatro heridos, entre ellos un estudiante con lesiones graves en la cabeza, y quien se encuentra en terapia intensiva, informó.
Dijo que tiene conocimiento que la Comisión Nacional de Derechos Humanos ya está tomando cartas en el asunto para poder pedir informes a las autoridades correspondientes, «pues sabemos que fueron policías estatales, aunque hubo presencia de la Guardia Nacional dándole cobertura a esta acción».
Dijo que no descarta que haga lo propio la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque algunos estudiantes de Ayotzinapa y familiares contaban con medidas cautelares, y que espera que no haya omisión de la Fiscalía General del Estado de Chiapas.
Como se recordará, el gobernador Héctor Astudillo Flores reprobó las agresiones que sufrieron los manifestantes este domingo y les ofreció apoyo.
Al respecto, Abel Barrera le recordó al mandatario que su gobierno también «tiene una postura sorda», porque usa la fuerza pública para contener los movimientos sociales, en referencia a lo sucedido en contra de maestros de Prepas Populares y de enfermeros, quienes exigen mejoras laborales.